
La reforma del transporte público que prepara el Gobierno parece chocar con los empresarios del sector antes de ponerse en marcha. El vocero de la Única Central de Empresarios de Transporte del Área Metropolitana de Asunción (Ucetrama), una de las asociaciones que aglutina a los empresarios del transporte, Andrés Mallada, calificó de preocupante que el Ejecutivo de Santiago Peña esté impulsando una reforma clave sin brindar detalles del contenido.
Mallada vaticinó incluso un nuevo fracaso que podría desperdiciar los más de U$S 300 millones que se piensa invertir. Hasta el momento, según el portavoz de Ucetrama, no se socializó nada más que los objetivos generales de la iniciativa, justo cuando el viceministro de Transporte, Emiliano Fernández, acaba de remitir el proyecto al Congreso.
"Yo tengo cuestionamientos técnicos, teóricos y académicos al proyecto. El transporte tiene dos componentes, transportistas y usuarios, y ahora lo que se discute es el incentivo que tiene la gente para recurrir al transporte", apuntó Mallada. De acuerdo a los datos que maneja Ucetrama, el 17% de la población usa transporte público, mientras que antes de la pandemia la cifra era del 50%.
Durante la presentación del proyecto, Fernández había dicho que la ley brindaría un marco para cambiar el modelo de gestión, el manejo de las finanzas y ajustarlos a la nueva dinámica de la economía y la oferta tecnológica. En ese sentido, Mallada contradijo al viceministro y aseguró que, en realidad, una ley no es suficiente para implementar una reforma. Con todo, lo más probable es que los cambios se observen recién en cuatro años.
La iniciativa de Peña -secundada por la ministra Claudia Centurión y Fernández- también incluye la creación de un instrumento financiero para resguardar los fondos y darle rentabilidad. El fideicomiso ayudaría a que el dinero recaudado genere intereses que a la larga cubran el subsidio, para que ese monto no salga directamente del Estado.
Por otra parte, el proyecto consta de un plan inmediato con más de 30 ómnibus eléctricos, 250 paradas, la instalación de carriles exclusivos y servicio las 24 horas. "El transporte es un tema serio que se abarca desde la ingeniería, no es para improvisar. Crear un fideicomiso nada más no soluciona nada", objetó Mallada.
Un punto polémico del programa, que la oposición y algunos sectores cuestionan, es que las 1.000 unidades compradas de Taiwán serán administradas por el Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), algo incoherente ya que que los empresarios son los que hoy operan el servicio deficiente de transporte. La Ucetrama, por el momento, no fue mencionada como beneficiada para la operación de los colectivos nuevos.
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