
Francisco Paoltroni, senador formoseño por La Libertad Avanza, se reunió este jueves con Basilio "Bachi" Núñez y y le propuso que Paraguay ingrese al proyecto de "Ferrocarrilles Sudamericanos" para integrar logísticamente a la región y exportar a Asia. En sintonía con la posición "anti Mercosur" de Javier Milei, el senador argentino defendió la idea de salir hacia el Pacífico, que es una opción meditada por Santiago Peña.
Paoltroni presentó ante un grupo de senadores paraguayos del oficialismo y la oposición, entre ellos el propio Bachi, el plan del Gobierno argentino para integrarse a través de un tratado internacional y así atraer inversiones extranjeras para comercializar productos desde la región hacia el continente asiático.
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"Es importante comenzar a pensar en una salida al Pacífico. Un ferrocarril de cargas integrado abaratará los costos en un contexto en el que las commodities comienzan a tener buen precio y pueden aportar al crecimiento", apuntó Paoltroni. El senador libertario recordó que hace 200 años el principal destino del comercio sudamericano era Europa, pero en los últimos veinte años el 80% de lo comercializado va a la zona de Asia-Pacífico.
Según las estimaciones del senador, la integración ferroviaria sudamericana costaría entre USD 7 y 8 mil millones entre todos los países involucrados (Chile, Paraguay, Bolivia, Argentina y Brasil) y se puede conseguir por vía privada. La oferta de Paoltroni fue bien recibida por algunos legisladores, como el independiente Eduardo Nakayama, quien dijo que un proyecto de esa magnitud, con dinero y gestión privado, podría ser un buen camino.
La visita de Paoltroni llega después del faltazo de Milei a la cumbre de presidentes del Mercosur en Asunción y en parte busca recomponer el vínculo bilateral, pero además lo hace en un tema que entusiasma a Peña. En el encuentro que mantuvo con Gabriel Boric la semana pasada, el presidente insistió en el corredor bioceánico, un megaproyecto que busca unir los puertos brasileños del Atlántico con los chilenos del Pacífico.
La iniciativa tomó aun más relevancia tras la llegada a Asunción de la ministra para la Cooperación Internacional de Emiratos Árabes Unidos, Reem Al Hashimy, quien se comprometió a financiar la construcción de un tramo del corredor. En la COP28 en Dubái, celebrada en diciembre, los cinco países firmaron un memorándum con el gobierno emiratí para impulsar las obras.
Dar un giro hacia el Océano Pacífico no representa un ninguneo completo al Mercosur, sino más bien una manera de sustituir el rol de la hidrovía como canal principal para el comercio por otro espacio vial con sus ojos puestos en Asia y no en Europa. En contrapartida, el Mercosur tiene más sintonía con la Unión Europea, aunque en los últimos años las relaciones comenzaron a crisparse por las diferencias en las políticas medioambientales, sanidad y calidad alimentaria y marcos jurídicos laborales que exige el mercado europeo.
Lo cierto es que las relaciones dentro del Mercosur tampoco son las mejores, sobre todo por el tiroteo verbal entre Lula y Milei, presidentes de los dos países más grandes del bloque. Desde que asumió la presidencia pro témpore del Mercosur hasta que la entregó en la última cumbre, Peña dejó en claro de que se concentraría más en que los productos locales lleguen más a Medio Oriente y el Sudeste Asiático que a la UE.
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