Santiago Peña reconoció que es muy difÃcil que la Unión Europea y el Mercosur retomen el diálogo para cerrar el acuerdo comercial entre ambos bloques. Sin embargo, su ministro de Agricultura y GanaderÃa (MAG), Carlos Giménez, bajó los cambios respecto a Bruselas y adelantó que el gobierno se adecuará al Reglamento 1.115.
Peña es presidente pro témpore del Mercosur y uno de los más crÃticos con los requisitos ambientales para la compra de alimentos que impulsa la UE. Pero en el camino a adaptar la producción paraguaya para su ingreso al mercado europeo, el gobierno reveló que hay una nueva propuesta de arreglo por parte de Bruselas que incluye préstamos, donaciones y mayor cooperación.
"Sinceramente no creo que existan las condiciones para que cerremos con la Unión Europea", apuntó Peña en relación con el acuerdo que lleva más de 20 años en proceso de negociación. El presidente habÃa dicho el año pasado, antes de asumir la presidencia pro témpore del Mercosur, que si Lula da Silva no cerraba con Pedro Sánchez el acuerdo, él no lo harÃa porque estaba concentrado en otros tratados comerciales y en mercados alternativos.
En lÃnea con el presidente, el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, reconoció que la UE desea sellar el acuerdo porque entre el 6 y el 7 de junio se renovarán las autoridades comuntarias y la tendencia es que la centroderecha obtenga más escaños en el Parlamento Europeo, aunque no la mayorÃa. "Si no se cerró el acuerdo en 35 años, no lo van a hacer en dÃas", comentó.
Pero Giménez reconoció que la Unión Europea es un mercado importante y que estudiarÃan la última posición de Europa, mucho más moderada. Por otro lado, el titular del MAG bajó los decibeles pese a su habitual crÃtica hacia las posiciones ambientalistas de los europeos y dijo que la cartera a su cargo liderará el programa de adecuación para la exportación de alimentos a la UE, bajo los parámetros del Reglamento 1.115.
El número uno del MAG busca no quedarse atrás de Argentina y Uruguay, que esta semana demostraron que están montando las condiciones para seguir exportando a Europa con la nueva disposición del bloque. En lÃneas generales, con el reglamento se rechazará todo producto que haya sido fabricado, pagando el precio de la deforestación, si los actos productivos son posteriores al 2020.
La adecuación de Paraguay para la trazabilidad que exige la UE en su reglamento no gustó para nada a los empresarios de la Unión de Gremios del Paraguay, quienes siguen considerando que no se puede darle un tratamiento especial a los productos que desean exportarse a Europa. "Los clientes y el vendedor deben resolver de manera bilateral cuáles son los estándares para la transacción de un producto", señaló Héctor Cristaldo, titular de la UGP, uno de los opositores al Reglamento 1.115 y al acuerdo entre la UE y el Mercosur.
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