El Gobierno de Santiago Peña se plantea la posibilidad de revisar los criterios vigentes para el ajuste del salario mínimo, con el objetivo de que la canasta básica refleje el poder adquisitivo de las personas que perciben esa remuneración. Estos planteamientos se dan en medio de los cuestionamientos por la disparada de precios desde hace unos meses para el consumidor final.

La decisión fue tomada en una reunión del equipo económico del Gobierno, pero la propuesta de elaborar una canasta de consumo específica que se adecue a la realidad de los trabajadores que cobran el mínimo fue presentada por el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, quien consideró que la actual canasta "les representa a todos y a la vez a nadie".

Es un problema constante que la gente esté reclamando lo que mide el Banco Central. La cuestión del salario mínimo debemos repensar y ver qué podemos hacer

"La canasta hay que dejarla al Banco Central para política monetaria, pero para el reajuste vamos a hacer algo que tenga estudio, una encuesta, vamos hacer algo bien, no decir a mano lo de la canasta básica. Es un problema constante que la gente esté reclamando lo que mide el Banco Central. La cuestión del salario mínimo la debemos repensar y ver qué podemos hacer", apuntó el titular del MEF.

Santi asegura que hay 270 mil pobres menos y la oposición lo acusa de mentir con las cifras

El equipo económico considera que será difícil cambiar la fórmula para este año, aunque se trabajará durante todo el 2025 para encontrar mejores mecanismos que midan la pérdida de poder adquisitivo, especialmente de las personas que perciben el salario mínimo. La canasta básica, que representa entre el 60% y 80% del consumo de los asalariados, es el principal foco de preocupación.

Para la economista Verónica Serafini resulta clave mejorar los ingresos laborales y fortalecer la seguridad social, ya que aproximadamente el 50% de la población se encuentra en situación de vulnerabilidad. A su criterio, el crecimiento económico está teniendo un impacto cada vez menor en la reducción de la pobreza, lo que genera preocupación a la hora de diseñar políticas públicas.

Mónica Recalde, ministra de Trabajo. 

"Un estudio que hicimos en 2017 ya proyectaba estos resultados. El crecimiento económico, en un contexto de bono demográfico, no genera empleo ni ingreso suficiente. La pobreza monetaria se mide por el nivel de ingreso que cubre una canasta básica", sostuvo Serafini en diálogo con LPO.

Un estudio que hicimos en 2017 ya proyectaba estos resultados. El crecimiento económico, en un contexto de bono demográfico, no genera empleo ni ingreso suficiente. La pobreza monetaria se mide por el nivel de ingreso que cubre una canasta básica

Par el BCP, el Índice de Precio del Consumidor (IPC) es el indicador económico que mide la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios finales representativa del consumo de los hogares. Este indicador es fundamental para entender cómo se genera la inflación y su impacto en la economía. Además, permite medir la inflación, que se define como el "aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios finales" que se transan en la economía.

La canasta del IPC no es una "canasta básica", no está compuesta solo por bienes y servicios esenciales, sino que está conformada por los bienes y servicios consumidos por hogares tanto de ingresos bajos como de medios y altos, sean de asalariados y no asalariados.

El IPC no mide las variaciones de precios de los bienes y servicios consumidos por una determinada persona u hogar. Para el cálculo del IPC se ocupa una canasta promedio de 465 productos y servicios, a partir de una encuesta realizada a 2.040 hogares durante un año, y relevando alrededor de 14.500 precios en 1.300 comercios en forma mensual.

Mientras Ojeda se desdice para coincidir con Peña, uno de cada 5 paraguayos no accede a la canasta básica

Sin embargo, de acuerdo a los datos de la consultora Mentu, especializada en temas económicos, la tasa de pobreza se ubica en el 20,1%, es decir, uno de cada cinco paraguayos no tiene los ingresos suficientes para cubrir el costo de los bienes básicos de consumo. La canasta se estima en G. 897.168 en el área urbana y en G. 654.657 en el área rural, donde la pobreza trepa al 25,9%, 9,3 puntos más que en las ciudades.

Mientras que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en términos absolutos, son 1.189.045 las personas se encuentran en situación de pobreza en Paraguay, quienes deben subsistir con menos de G. 30.000 por día. Además, unas 244.825 personas están en la extrema pobreza, es decir, cuentan con menos de G. 13.000 por día para subsistir.