El gobierno de Lula da Silva todavía no notificó al Ministerio de Obras Públicas y a la Cancillería sobre la concesión del paso internacional de Foz de Iguazú-Ciudad del Este, que a partir de diciembre estará en manos de una empresa internacional. Para los comerciantes de frontera, este plan de privatización redundará en un golpe a la economía regional. 

Los empresarios de la zona alistan un pedido de audiencia con el presidente Santiago Peña para evitar una caída de la recaudación, sobre todo por la situación crítica que afronta el transporte fluvial, que a su vez repercute en los costos de los fletes terrestres. Brasil busca replicar el caso del puente San Borja, cuya administración privada le permitió al gobierno federal ahorrar una importante suma de dinero. 

El costo de mantenimiento del Puente de la Amistad -que une Foz con Ciudad del Este- supera los 70 millones de dólares, un gasto que es absorbido casi en su totalidad por Brasil. El principal argumento de las autoridades brasileñas es que con la privatización se podrá autofinanciar el mantenimiento y reducir el tiempo de despacho de cargas que cruzan por la frontera.

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Pero esta medida no solo afectará al Puente de la Amistad, sino a todas las pasarelas que tienen conexión con la Argentina y Paraguay. Actualmente existen 12 pasarelas que pasarán a ser gestionadas por el sector privado. Está previsto que la mitad de ellas sea privatizada en apenas un mes. 

Lula da Silva, presidente de Brasil. 

Iván Airaldi, cónsul en Foz, admitió que las autoridades brasileñas aún no comunicaron los costos que entrarán en vigor en la cabecera del puente, pero adelantó que la medida encarecerá el comercio exterior si se tienen en cuenta los sobrecostos por la bajante del río y la necesidad de recurrir a fletes terrestres.

"Sin duda va a llegar a perjudicar, no sabemos aún el costo del peaje que se va a cobrar. Yo creo que lo más lógico es que se cobre por ejes. El argumento es que el costo de mantenimiento del Puente de la Amistad, sumado al Puente de la Integración, es muy oneroso. No aporta a estos servicios. Con este peaje quieren hacer un fondo que se destine para esa finalidad, de todos los puentes internacionales", sostuvo Airaldi.

Iván Airaldi, cónsul en Foz, admitió que las autoridades brasileñas aún no comunicaron los costos que entrarán en vigor en la cabecera del puente, pero adelantó que la medida encarecerá el comercio exterior si se tienen en cuenta los sobrecostos por la bajante del río y la necesidad de recurrir a fletes terrestres

Los empresarios del Este está preocupados por las repercusiones económicas que tendrá la aplicación. Desde Brasil insisten en que el costo de mantenimiento ronda los 70 millones de dólares, un traabajo que se hace una vez cada diez años, por lo que resulta necesaria la privatización, por lo menos, durante 30 años.

Iván Airaldi, cónsul de Foz de Iguazú. 

Gentileza

"De lado de los empresarios todavía no tenemos agendada una reunión concreta con el presidente Santiago Peña, porque lo único que tenemos es la información sobre la intención del cobro del peaje. Tampoco sabemos los costos que se van a cobrar y los criterios. Faltan algunos datos concretos para solicitar una mediación del presidente", indicó el funcionario.

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La concesión de los servicios de pasarela involucra el mantenimiento, la conservación, la operación y la explotación de la conexión internacional. La intención tanto de Brasil como de Paraguay es convertir el Puente de la Amistad en un paso peatonal, mientras el cruce por el Puente de la Integración será exclusivo para camiones y vehículos.