
La crisis en la Caja de Jubilados Municipales se aguidza. La institución lleva tres meses de atraso con los haberes de sus aportantes, que se arrastra desde noviembre, y necesita G. 16.000 millones para cumplir con los pagos, sin solución en el horizonte.
Los municipios también tienen su cuota de responsabilidad en la crisis que atraviesa la Caja, porque mucho apenas cumplen con sus obligaciones financieras para que los jubilados reciban sus haberes correspondientes.
Los intendentes deben pagar a la caja el aporte obrero patronal y tienen que transferir dentro de los primeros 20 dÃas, según la ley. Sin embargo, la realidad es que muchos municipios no están cumpliendo con la normativa, lo que agrava el descalabro financiero de la institución.
El presidente de la Caja de Jubilados Municipales, Venancio DÃaz, explicó que la situación es cada vez más preocupante y dio por descontado que va a agudizarse con las elecciones municipales, especialmente cuando un intendente electo destituye a funcionarios permanentes y contrata nuevos.
"Estamos atrasados, necesitamos más o menos G. 3.000 millones para completar noviembre. Asunción se comprometió a pagar la próxima semana. No tenemos el cumplimiento eficiente en esos pagos, el monto de Asunción es de casi G. 4.000 millones", apuntó.
Pero la institución tampoco escapa al escándalo. En su momento, Ramón Fernando Kiessel, acusado por iniciar el incendio en la Caja de Jubilaciones del Personal Municipal, apuntó a que directores de la entidad le habrÃan obligado a provocar el fuego en mayo de 2024 bajo amenazas. Le prometieron, según su versión, que ganarÃa G. 3 millones por su accionar.
En su declaración, Kiessel acusó al expresidente Bernabé Peralta, a la directora de Administración y Finanzas, Fabiana BenÃtez, a la jefa de TesorerÃa, Rossana Isabel RamÃrez, y la jefa de Contabilidad, Fulvia Fernández, de haber orquestado el siniestro para hacer desaparecer rastros del desvÃo de fondos de la caja.
Según la versión del acusado, Fabiana BenÃtez le habÃa comentado dÃas antes del incendio que Peralta necesitaba eliminar o hacer desaparecer unas carpetas. A cambio, Kiessel recibirÃa G. 3 millones, aunque supuestamente se negó a realizar dicho "trabajo".
Nenecho quiso echar a Wagener de una mesa con referentes barriales en medio de amenazas de desalojo
"Desde un principio me negué a realizar dicho pedido porque serÃa muy peligroso y la única opción que tenÃan o querÃan era provocar un incendio, fingiendo que fue provocado por un cortocircuito. Llegó el momento en que la directora Fabiana BenÃtez me amenazó diciendo que tengo que tengo que hacer sà o sà porque me afectaba a mà también", reza parte de la declaración del acusado.
El 16 de mayo se registró un incendio en la Caja de Jubilados y Pensionados del Personal Municipal y enseguida comenzaron las sospechas de una quema de archivos para ocultar los desvÃos de fondos. Justamente, Keissel, uno de los procesados por el siniestro, confesó ser el supuesto autor, pero aclaró que habÃa actuado por presión de los directores.
El siniestro se produjo en un momento en que la ContralorÃa General impulsaba una auditorÃa sobre las financias de esta entidad y los manejos poco claros de las diversas directivas en la concesión de abultados créditos que no fueron devueltos.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.