El presidente de Diputados, Raúl Latorre, intentó lavarse las manos en el caso de nepotismo que involucra a su par del Senado, Silvio "Beto" Ovelar, por de la contratación de su hijo, Alejandro Ovelar, como auxiliar administrativo en la cámara baja. El joven terminó renunciando luego del revuelo y la justificación de su padre, quien había asegurado que su hijo tenía credenciales por haberse educado en un colegio "top". 

"En el espíritu de transparencia que ha caracterizado a nuestra gestión, aclaro por este medio que el funcionario Alejandro Ovelar Ayala no ingresó a la cámara de Diputados durante mi administración", se lee en la cuenta oficial de Latorre, que insistió en que la contratación se dio durante el mandato del diputado liberal Carlos María López.

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Según el documento, el contrato para "el ejercicio fiscal 2023" se firmó en marzo por unos seis meses, como se estila en la función pública. Sin embargo, su posterior renovación quedó a cargo del diputado cartista, un detalle que obvió en su publicación en redes sociales. Si López lo contrató, entonces Latorre lo mantuvo en el cargo.

Beto Ovelar. 

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 El propio Beto reveló esta semana que Latorre lo había llamado para pedirle su visto bueno para la recontratación. "Latorre me preguntó y cometí el error de aceptar", explicó el presidente del Senado. La situación se tornó insostenible tras el desprecio que mostró Ovelar padre a la educación pública (atacó a los maestros "mediocres") y en el transcurso del jueves le recomendó a su hijo que dimitiera. 

 "Yo soy un joven con un futuro por delante, pienso formarme para seguir adelante y realmente le agradezco a mi padre que me haya dado esta oportunidad, esta libertad de tomar la decisión", sostuvo Alejandro este viernes, dejando en evidencia un caso de tráfico de influencias, después de reconocer que Beto se vio "muy afectado" por el escándalo.

Es un chico excelente, dedicado al estudio, va a tener oportunidad en el sector privado y seguramente se va a ir formando. Me siento culpable por exponerle

 El titular del Senado tuvo que recular por las críticas de todos los sectores políticos, inclusive del gobierno. "Es un chico excelente, dedicado al estudio, va a tener oportunidad en el sector privado y seguramente se va a ir formando. Me siento culpable por exponerle", dijo Beto en un mea culpa. 

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Al caso de Alejandro se suma el de la hija del vicepresidente Pedro Alliana, Monserrat Alliana, quien accedió al cargo de asesora de la mano del titular de Diputados, con un salario de 18 millones de guaraníes. Latorre no puede librarse de las contrataciones a los "nepo babies" y de hecho, su secretario Germán Javier Jovellanos Noveri pasó de ganar 2.800.000 guaraníes a más de 26 millones como funcionario comisionado de la cámara baja.