La batalla por la presidencia del Senado podrÃa propiciar una ruptura interna en la Asociación Nacional Republicana (ANR). Silvio "Beto" Ovelar, actual titular de la cámara alta, busca mantenerse en el cargo y se abre a sumar colorados disidentes a la mesa directiva, mientras Basilio "Bachi" Núñez, intenta empujar su candidatura desde las sombras.
El movimiento Honor Colorado, que lidera el expresidente Horacio Cartes, enfrenta a dos grupos en pugna por el control del Congreso. El primero representa a las corrientes "puras" del cartismo, es decir, a los dirigentes que están con Cartes desde la primera hora, y el segundo está integrado por liderazgos más transversales y dialoguistas, que trabajan de cerca con el gobierno de Santiago Peña para garantizar la aprobación de sus proyectos.
Un tercer sector agrupa a los polÃticos calificados de "arrimados" por la conveniencia de estar cerca del gobierno de turno. Es el caso de los "liberocartistas" -legisladores del PLRA afines a Honor Colorado- y aquellos exmiembros de Cruzada Nacional que una vez instalados en el Senado se alinearon con el oficialismo.
Este es el caso de la senadora Norma Aquino, exafiliada al partido de Payo Cubas, hoy próxima a Honor Colorado, que acaba de dar su apoyo oficial a la candidatura de Bachi para presidir el Congreso. En rigor, la legisladora, más conocida como Yamy Nal, es la punta de lanza del jefe de la bancada cartista para disputarle a Beto el dominio del Senado.
Aquino dijo Ovelar está negociando con sectores de la multibancada por no contar con la venia de sus propios compañeros de equipo. Bachi habÃa coqueteado con la idea de abandonar el liderazgo de la bancada de Honor Colorado para reasegurarse el respaldo de Cartes, sobre todo porque Peña comenzó a apoyarse en Beto y Derlos Maidana. En el Palacio de López no confÃan en la conducción del dirigente de Presidente Hayes.
No es difÃcil adivinar que detrás de las declaraciones de Aquino se encuentra el propio Bachi. La senadora acusó a Beto de cerrar un acuerdo con Kattya González de Encuentro Nacional para reelegirse en el puesto. Pero el objetivo de máxima es impedir que Fuerza Republicana acceda a la mesa directiva de la cámara alta, como adelantó LPO en enero.
Según Bachi, el abdismo desapareció y no hay motivos para darle espacio dentro de la dirección del Senado. De acuerdo a parlamentarios de Fuerza Republicana, Peña se habÃa comprometido a ceder la presidencia de Diputados a un miembro de la bancada colorada disidente. Sin embargo, Bacho salió a blindar a Raúl Latorre y negar un pacto entre abdistas y cartistas.
En la actual composición de la mesa directiva de la cámara baja, Carlos Arrechea se desempeña como vicepresidente primero. El diputado entró por el abdismo y luego se pasó a las filas del cartismo. La vicepresidencia segunda recae en Marcelo Salinas, un liberal cercano al oficialismo.
El mismo esquema se replica en el Senado, donde Beto es secundado por Arnaldo Samaniego, que se despegó de Fuerza Republicana para integrar la bancada colorada independiente, y Hermelinda Alvarenga, del PLRA, pero inclinada a Honor Colorado.
El cartismo puro y duro marca su ruptura con Beto y se confirma la fisura en Honor Colorado
Por fuera del cartismo puro surge la candidatura de Colym Soroka, colorado exabdista, sobre quien pesó el liderazgo de la Comisión Permanente durante el receso parlamentario. Pero su negativa a convocar a una sesión extraordinaria para tratar el proyecto de FONAE, impulsado por Peña, enfrió sus aspiraciones y un eventual apoyo del Ejecutivo.
Por otro lado se destaca la reaparición de la senadora Esperanza MartÃnez del Frente Guasú para liderar un frente opositor capaz de posicionar a los sectores opositores marginados en el Senado. "Es un juego de tronos y vamos a darle pelea", confirmó a LPO la exministra de Salud de Fernando Lugo.
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