La denuncia de Lilian Samaniego sobre la supuesta falta de quorum en la sesión donde se aprobó la ley de juzgados especializados en violencia contra la mujer desató una nueva confrontación en el Senado. La mayoría cartista ratificó ayer miércoles el acta de la polémica sesión y rechazó de forma tajante el reclamo de la legisladora disidente, pero fue Lizarella Valiente quien dio un pasó más allá y acusó a Samaniego de recibir financiamiento externo.
Durante el debate, Lizarella aseguró que su colega lideraba una ONG internacional (Fundación Paz Global) a través de la cual captaría recursos para impulsar la ley. "¿Su afán de sacar este proyecto es una causa genuina o responde a intereses externos?", cuestionó Valiente, lo que generó la reacción de otros senadores como Esperanza Martínez, quien pidió no mezclar la interna colorada con un proyecto que busca proteger a las mujeres.
En su defensa, el presidente del Senado, Basilio "Bachi" Núñez, minimizó la denuncia de nulidad presentada por Samaniego y sostuvo que los 23 senadores presentes ese día eran testigos del quorum. Incluso invitó públicamente a los legisladores a negar su presencia si así había ocurrido. Sin embargo, el cruce expuso la tensión in crescendo dentro de la cámara alta, donde oficialistas y disidentes empiezan a anteponer sus diferencias.
El cartismo cerró filas en torno a la validez del proceso legislativo y consideró que el reclamo de Samaniego respondía más a una cuestión política que jurídica. Según dijeron fuentes del entorno de la senadora a LPO, Lilian está visiblemente molesta con el oficialismo colorado y considera que la acusación es producto de su acercamiento a Arnoldo Wiens.
El equipo de Samaniego explicó que existía un acuerdo para aprobar su proyecto original de juzgados especializados, pero que fue desmembrado en comisiones por decisión del cartismo. Samaniego, una de las figuras coloradas más vinculadas a las políticas de protección de la mujer, está segurda de que su iniciativa fue boicoteada por razones políticas.
No es la primera vez que Lilian impulsa leyes en favor de las mujeres. Ya en 2014 y 2015 fue una de las principales promotoras de la ley de protección contra toda forma de violencia, articulada con sectores progresistas como Avanza País y organizaciones feministas como Por Ellas, y con respaldo de organismos internacionales.
La disidencia advierte que el cartismo busca condicionar las candidaturas y presiona al TSJE
A pesar de su cercanía con Honor Colorado en algunas áreas, como en la Defensoría del Pueblo, donde logró ubicar a Rafael Ávila, la relación de Lilian con el cartismo es tensa. Su gestión allí implicó el desplazamiento de varios funcionarios alineados a Horacio Cartes, lo que generó fricciones y derivó en una suerte de represalia política.
Aunque evitó confrontar directamente con Lizarella tras las acusaciones, Samaniego se posiciona cada vez más lejos del oficialismo. Su posible alianza con Wiens para enfrentar a Pedro Alliana en las generales de 2028 refuerza la idea de que la distancia entre la disidencia y el cartismo es más profunda de lo que se muestra en la superficie.
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