Al final, el hijo de Roya Torres no renunciará a su cargo en Diputados y el escándalo de los "nepo babies" no baja la espuma, mal que le pese al Gobierno. Los casos de polÃticos que acomodaron a familiares en el Congreso y otras instituciones públicas salpicaron al oficialismo y a la oposición, y desde el vicepresidente Pedro Alliana hasta el titular del Senado, Silvio "Beto" Ovelar, que tuvo que forzar la dimisión de su propio hijo.
"Quiere defender su derecho. La prensa tiene doble discurso porque dicen que los jóvenes deben ocupar cargos y justo mi hijo puede", dijo la diputada del PLRA, afÃn al cartismo, sobre la decisión de ElÃas Godoy Torres de permanecer en el puesto por el que cobra G. 9,5 millones al mes. La madre no solo salió en su defensa, sino que se desdijo en su promesa de persuadir al joven de 19 años.
Desde su nueva oficina en la Municipalidad de Presidente Franco, que gobierna su padre, el también dirigente Roque Godoy, ElÃas defendió su "derecho" a desempeñarse como asesor de su madre. "Mis padres me recomendaron renunciar, pero yo no estoy incumpliendo ninguna ley. Asà que yo voy a seguir con mi trabajo", apuntó. A principios de este mes, el hijo de Torres y Godoy, habÃa aparecido en una oficina de la Dirección de Beneficencia y Ayuda Social (Diben) de Alto Paraná, de donde es oriunda la madre, pero donde él no cumplÃa funciones.
Por parte, Beto evitó opinar sobre el caso de ElÃas, más por cálculo que por falta de parecer. La abogada Teres Flecha lo denunció la semana pasada por la contratación de su hijo Alejandro Ovelar Ayala, aunque la denuncia fue extendida también al presidente de Diputados, Raúl Latorre, artÃfice de los "nepo babies". La demanda no prosperará, pero en el oficialismo preocupan no solo los efectos sobre la opinión pública -el temor a la ola de escraches, que ya comenzó en cuotas, podrÃa devenir en un infierno para el gobierno-, sino los planes en el Congreso.
Los casos de nepotismo causaron malestar al interior de la ANR, donde los convencionales se quejaron de que los legisladores privilegiaban los cargos para su parentela en vez de priorizar a los que trabajaron por la victoria colorada de abril, una de las más holgadas de las últimas décadas. El reclamo fue in crescendo desde el minuto uno y la revelación de los familiares ocupando puestos en la función público destapó la ira en el partido.
Hubo otros heridos dejados en el camino. El primero es Ovelar, que sintió la indiferencia del Ejecutivo y tuvo que hacer renunciar a Alejandro mientras la hija del vicepresidente no tenÃa que rendir cuentas por su cargo en Diputados. Alliana negó que fuera una "nepo baby" y el propio Peña cerró filas con su número dos, dejando la polémica en una cuestión "ética" de cada uno de los diputados y senadores. Sin embargo, detrás del humo hay una necesidad del gobierno por apurar una ley clave.
En sus compromisos con el FMI, la ley de Servicio Civil aparece en el tope de la agenda y el Ejecutivo aseguró en diciembre que el texto ya estaba listo. El Ministerio de EconomÃa está ultimando algunas modificaciones antes de presentarlo al Congreso, que podrÃa tratarlo y aprobarlo en extraordinarias. Peña querÃa un poco más de tiempo y enviarlo al Legislativo recién en marzo, pero por cuestiones internas y externas evalúa acelerar el ritmo.
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