
El Senado ratificó este miércoles el acuerdo educativo con la Unión Europea, pese a que una minorÃa de los leales a Horacio Cartes reafirmó su rechazo a la supuesta "ideologÃa de género" que esconderÃa el convenio. La CancillerÃa y el Ministerio de Eduación habÃan trabajado contrarreloj en su reforma para garantizar los fondos no reembolsables y evitar una respuesta adversa del oficialismo en el Congreso.
Hasta antes de la votación, en el Senado sobrevolaba la incertidumbre sobre la derogación o no de la donación de 38 millones de dólares de la UE, porque si bien la mayorÃa de los cartistas adelantó que cambiarÃa su sentido del voto, algunos legisladores del conocido "tercer espacio" se volcaban a una postura más fundamentalista, en sintonÃa con el núcleo duro de Honor Colorado que intentó por todos los medios tumbar el pacto en eduación.
El convenio salió adelante con 33 votos a favor, incluidos los de senadores como Basilio "Bachi" Núñez, jefe de la bancada cartista y uno de los más fervientes opositores a la iniciativa. En cambio, los legisladores de Cruzada Nacional, Yo Creo e independientes se unieron a los cartistas Lizarella Valiente, Gustavo Leite y Antonio Barrios, que quedaron aislados dentro de su propio grupo parlamentario. Sumaron 10 votos en contra.
A Honor Colorado se le complicaba oponerse a los recursos como lo hizo durante la campaña electoral. La imagen más llamativa fue la de Bachi, quien lideró la derogación del acuerdo en su época de diputado y ahora como senador mutó su discurso "anti acuerdo" a uno favorable, aunque con modifiaciones en el texto. En todo caso, el gesto del jefe de los senadores cartistas fue una concesión al Ejecutivo.
Santiago Peña habÃa encargado al canciller Rubén RamÃrez Lezcano que pidiera a la UE mantener la cooperación, vÃa cartas diplomáticas, con cambios en el encabezado (de transformación educativa a fortalecimiento educativo) y asà salvar el convenio. El presidente intentaba disciplinar a los legisladores oficialistas, dar por finalizado el choque con Bruselas y contentar a los sectores ultraconservadores que apoyaron su candidatura.
Esto fue concedido por las autoridades de la UE, aunque muy poco comprendido por la virulencia del debate. El temor del núcleo cercano a Peña y el cartismo era que una posible derogación pondrÃa en riesgo un acuerdo ratificados por Paraguay, lo que significarÃa un riesgo en el caso de que se deseara acceder a otras lÃneas de cooperación.
Durante la sesión extraordinaria del Senado, sectores de la oposición y la disidencia colorada advirtieron que la derogación de un convenio internacional representaba la violación de la Constitución, ya que una ley no puede modificar tratados internacionales, un precepto básico del derecho.
La decisión del Senado es un revés a medias para el gobierno, ya que si bien logró pasar de página y sanar la relación con la UE, la oposición inicial al acuerdo venÃa revestida de un fuerte discurso "pro familia" para asegurar la alianza con los sectores más reaccionarios. Para Lizarella también es una derrota a medias, porque a partir de hoy podrá erigirse como la única defensora de los valores que la llevaron a ocupar una banca en la cámara alta.
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