La presentación del proyecto de ley de medidas extraordinarias para la gestión financiera causó mucha bronca en la oposición porque creen que Santiago Peña está intentando modificar el presupuesto sin aval del Congreso. 

"Esa ley es bárbara, propiamente de los bárbaros. Yo le sugiero al presidente de la República y a su adjunto, Carlos Fernández Valdovinos, no Alliana, que cierren el Congreso", opinó con sarcasmo la senadora Celeste Amarilla antes de iniciar la sesión ordinaria de este miércoles. 

Debido a que el cartismo cuenta con mayoría, Amarilla da por descontado que directamente deberían eliminar el poder legislativo y usar el presupuesto para pagar a farmacéuticas y constructoras sin pasar por las cámaras. 

La oposición carga contra el paquete de Santi para ordenar las finanzas de la era Abdo

Al parecer lo anticipado por el diputado Hugo Meza antes de iniciar el tratamiento del presupuesto se está cumpliendo y la administración de Peña está usando al legislativo como "pasapapeles". 

Yolanda Paredes, senadora de Cruzada Nacional.

Entre otras cosas que molestaron a la senadora Amarilla, quien ya adelantó que no acompañará el proyecto, citó la emisión de bonos de US$ 600 millones y la permanencia de recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y royalties de las binacionales en el Tesoro Nacional.

Paredes aseguró que el Ministerio de Economía esconde la realidad financiera del país, que estaría cerca de una 'quiebra técnica'

El argumento que tienen para quedarse con esos recursos es que gobernaciones e intendencias que no rindieron cuentas no tienen derecho a recibir más transferencias. "Eso no significa que no tengan que hacerlo, el derecho no está prescripto", remarcó la senadora liberal, aludiendo a que las diferentes administraciones locales y departamentales pueden regularizar aún sus finanzas. 

Por su parte, la senadora de Cruzada Nacional, Yolanda Paredes se posicionó en la misma línea que Amarilla. A la crítica al proyecto, agregó que el Ministerio de Economía esconde la realidad financiera del país, que estaría cerca de una "quiebra técnica", que intenta sostenerse con bicicleteos de deuda.