MarÃa Teresa Barán salió al cruce de las denuncias innominadas que le presentó el senador Salyn Buzarquis. El liberal habÃa apuntado a una "epidemia de tomógrafos descompuestos" y otras irregularidades por parte de funcionarios del área sanitaria, lo que obligó a la ministra de Salud a acudir a una reunión con la mesa directiva de la cámara alta el lunes pasado. Pero Barán terminó bajándole el precio al legislador opositor.
"Nosotros no vamos a dudar en tomar acciones cuando las denuncias sean concretas. Las denuncias innominadas realmente no tienen valor. Las denuncias tienen que ser con nombre y apellido", disparó Barán, cuya gestión es cuestionada tanto dentro como fuera del oficialismo. Tras el encuentro, Buzarquis aseguró que la ministra se habÃa comprometido a remover a directores y funcionarios involucrados en la destrucción de equipos médicos.
La posición de Barán ante las denuncias anónimas corre el foco de los responsables, sobre todo porque el denunciante en cuestión puede trabajar en el mismo hospital donde se están cometiendo irregularidades, es decir, podrÃa sufrir algún tipo de represalia de sus superiores. La ministra propuso un sistema de trazabilidad para un mayor control del estado de los equipos, como en el caso de los tomógrafos.
Lo cierto es que Barán necesita congraciarse con ambas cámaras del Congreso, donde ha ido ganando enemigos -incluso entre los legisladores del cartismo-, porque su continuidad en el cargo depende exclusivamente del apoyo del presidente Santiago Peña y, lo más importante, los parlamentarios tendrán que discutir en los próximos meses el presupuesto del Ministerio de Salud y del resto de las instituciones públicas.
Por ahora, el Senado ha blindado a la ministra. En marzo, la oposición intentó removerla, pero el oficialismo cerró filas y no dio su voto al pedido de resolución. Fue un momento crÃtico para Barán, golpeada por la muerte de un recién nacido en el hospital de Villarrica, que contaba con una unidad intensiva neonatal inaugurada por Peña semanas antes, pero no se encontraba operativa.
La senadora Esperanza MartÃnez ofreció un decálogo de las falencias en el sistema público de salud. "Falta de mantenimiento en los hospitales, esperas, equipos que son nuevos, pero están descompuestos, falta de medicamentos y la situación de los médicos. Hay una diferencia entre el sector privado, que nunca se descompone, y el público, que siempre se descompone y hay situaciones a reparar. Hay que cambiar el modelo de gestión de los hospitales", señaló la exministra de Salud de Fernando Lugo.
Sin embargo, Barán no se libra de los reclamos. A principios de abril visitó Alto Paraná y fue abordada por personal sanitario, concejales departamentales y militantes sociales por las condiciones del Hospital Regional. La ministra aguantó estoica, pero los reclamos se contradicen con la intención del Gobierno de levantar nuevos hospitales para presentar obras, mientras los actuales apenas tienen mantenimiento.
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