Raúl Latorre, uno de los principales dirigentes del cartismo que no esconde su rechazo a Bruselas, apuntó contra las exigencias ambientales que promueve la Unión Europea a través de su Reglamento 1115, que exige un proceso de adaptación a la producción paraguaya. Después de meses de un diálogo más o menos cordial, el gobierno empieza a plantarse una vez más a Europa.
"Ellos lanzaron 450 bombas atómicas al medioambiente, su energÃa es en base a carbón después de la caÃda del (gasoducto) Nord Stream, de plantas atómicas, con un muy bajo Ãndice de deforestación y Paraguay, sin embargo, tiene el 40 % de superficie cubiertas por bosques, tenemos el 100 % de nuestra energÃa limpia y renovable en base a nuestras hidroeléctricas", dijo el presidente de Diputados.
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Latorre cuestionó que "la UE quiera imponer nuevas tasas por productos generados en tierras deforestadas después del año 2020", lo que supone un golpe para los productores locales, que a partir de la entrada en vigencia del Reglamento 1115 chocarÃan con limitaciones para ingresar al mercado europeo. El sector agroganadero ya amenazó al gobierno con un tractorazo si no ofrece garantÃas a la exportación.
En la última semana, Santiago Peña y Javier Giménez elevaron el tono. "No queremos ser empleados de la UE. Europea se va a dar una gran sorpresa el dÃa que tenga un problema de abastecimiento de alimentos", aseguró el presidente el viernes pasado durante un encuentro con productores de Obligado, Itapúa, donde jugó con la idea de que la UE busca "colonizar" e incluso "ideologizar" a Paraguay.
La subtrama sobre las fricciones con Bruselas por los valores que intentarÃa imponer al paÃs, que tuvo su punto álgido durante el debate por el convenio educativo, es en realidad una carta que Peña sacó cuando los productores empezaron a meter presión. El Ejecutivo habÃa encomendado al ministro de Industria y Comercio que avanzara en las conversaciones con los emisarios europeos para acordar los términos de la trazabilidad de los productos paraguayos, es decir, el proceso integral de fabricación del bien exportable.
Peña priorizó a Javier Giménez y a Rubén RamÃrez Lezcano por sobre el ala más dura y radical del Ejecutivo, desde Carlos Giménez, titular del MAG y cercano a los productores, hasta el grupo más confrontativo con la UE dentro de la UE, asentado en el Congreso. Pero, finalmente, la postura más intransigente está primando en el oficialismo.
Incluso el ministro de Industria y Comercio, más apegado a las formas, siguió a Peña y reorientó su discurso. "Ellos pueden sugerirnos todas las leyes que quieran, pero nosotros tenemos todo el derecho y la obligación de decirles que no. No somos tan boludos para que nos impongan leyes con que no estamos de acuerdo", dijo dÃas atrás.
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A mediados de marzo, el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, se habÃa reunido con Peña para ofrecerle una inversión de 10 millones de euros y preparar el sistema de trazabilidad, que servirá a los productores para entrar en la cadena de valor mundial, en especial a los más pequeños. "La Unión Europea no tiene la intención de decirle a Paraguay cómo tiene que regular las leyes y aplicarlas. El reglamento se aplica para todos, no es especÃfica", dejó en claro.
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