
El titular de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), Luis Fernando "Luifer" Bernal, concretó el despido de alrededor de 700 funcionarios que pertenecÃan al movimiento Fuerza Republicana (FR) en los últimos meses de 2023 y 2024.
Ya sin respaldo polÃtico, los echados se sintieron obligados a apoyar al presidente Santiago Peña y se pasaron a las filas de Honor Colorado. La fuga de dirigentes es habitual en cada fase de transición de un gobierno a otro, pero a diferencia de otras épocas, haberse sumado al cartismo no sirve de mucho ante la falta de cargos polÃticos para los colorados.
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Las bases acusan a las principales figuras del adbismo, como el diputado Daniel Centurión, y al ahora cartista Natalicio Chase, hoy lÃder de la bancada de Honor Colorado en el Senado, de abandonar a la dirigencia a su suerte. Sin mencionar que Luifer, quien sonaba como candidato del cartismo para las municipales, quemó sus chances con la dirigencia de capital debido al despido de correligionarios y el ninguneo al equipo que le sigue acompañando.
Pero los datos hablan por sà solos: de las 45 seccionales que existen en capital, solo la N°2 y dos convencionales de cerca de 100 respaldan la candidatura de Centurión para la intendencia, que antes deberá medirse con el aspirante cartista en la interna de la ANR.
Pero el diputado salió al cruce de los presidentes de seccionales y de los convencionales capitalinos. "Si es para contestar calumnias o ataques sin fundamento, no tengo nada que decir. Seguiré conversando con la dirigencia", aseguró a LPO en relación con los reproches de las bases.
"Daniel Centurión fue dos veces diputado. Cuando se necesitó que apoyara al equipo no estuvo. De todas las seccionales que eran de Fuerza Republicana, solo la de (Iván) Chilavert está con él porque tiene un cargo. Después todas se pasaron a Honor Colorado. Pero no sirvió de nada porque se sigue echando a los correligionarios", comentó un presidente de seccional a este medio.
Varios presidentes de seccionales coincidieron, desde el anonimato para evitar represalias, que las chances del Partido Colorado de retener la intendencia se presenta cuesta arriba por la mala imagen de la administración de Óscar "Nenecho" RodrÃguez y la "persecución" que existe hacia los dirigentes de base.
"Santiago Peña recorrió conmigo en mi cumpleaños el barrio para visitar a los colorados. Un tiempo después fui echado de mi lugar de trabajo. Le pedà a Luifer que no le sacará a una dirigente porque era miembro de la seccional, pero la sacó al dÃa siguiente. DifÃcil que vengan a pedir que caminemos con ellos porque cómo le vas a decir a la gente que vote cuando este gobierno les quitó el trabajo", comentó otro miembro de la seccional 45.
En medio del desánimo de la dirigencia y frente a la amenaza de hacer "brazos caÃdos", el Partido Colorado avanza en su proceso de formar equipos con los pocos que quedan en las bases. Desde el gobierno de Peña existe una lÃnea bajada de informar a la dirigencia que el "Estado ya no da más" y que los pocos que permanecen deben cuidar sus puestos.
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