
El cartismo viene sufriendo divisiones internas en todos los departamentos por la falta de espacios y el incumplimiento de las promesas electorales por parte del gobierno de Santiago Peña. Ante esta realidad, desde las bases de Honor Colorado le proponen a Horacio Cartes "soltar" las candidaturas de concejales e intendentes a nivel paÃs para que, en base a un acuerdo de unidad, las listas sean abiertas y cada colorado -cartista o disidente- se gane su propio lugar de cara a las municipales de 2026.
Un claro ejemplo de la discordia entre los colorados se da en Caaguazú, donde el liderazgo del departamento recae en la figura del gobernador "neocartista" Marcelo Soto, para desgracia de Silvio "Beto" Ovelar, quien fue ninguneado en varias ocasiones a pesar de formar parte del comando de Honor Colorado. En tanto, en Cordillera, el ambiente de crispación pudo superarse en cierta forma por el alto el fuego entre el exviceministro de Salud, Miguel Olmedo, y el gobernador Denis Lichi, que juega en dupla con el diputado Hugo Meza, otro referente fugado del abdismo el año pasado.
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Pero el proceso natural de conformación de equipos polÃticos para las municipales está en proceso y la posibilidad de una unidad entre las bases de los diferentes movimientos por medio del sistema de concordia resulta inviable para todos. Solo en Cordillera existen 20 distritos y ya auguran una interna "sangrienta" entre Lichi y Olmedo para definir quién tendrá el poder del departamento y cuáles serán las chances para 2028.
"La unidad es inviable. Se debe abrir la lista de candidatos porque cada movimiento busca construir una plataforma para 2028. Desde el partido se deben soltar las candidaturas y que cada uno gane por guapo su lugar. Porque una concordia es difÃcil. Los cartistas quieren imponer sus candidatos y nosotros, los nuestros. Que se defina en las internas, que están para eso", dijo a LPO un dirigente disidente de peso de Alto Paraná.
Con todo, el escenario de un enfrentamiento a cielo abierto no asusta a los colorados. La dificultad pasa por lograr que los candidatos cierren un acuerdo de paz al finalizar las internas. Es ese sentido, tanto los cartistas como los disidentes se muestran dispuestos a dejar las chicanas tÃpicas de la campaña en el proceso de primarias, como establece el estatuto partidario, y que para las generales todos apoyen a aquellos que ganaron y que representarán a la ANR en las listas oficiales.
"Si va a haber enfrentamiento, que después exista un diálogo entre los candidatos y que se llegue a un acuerdo para que el que pierda apoye al ganador. Tampoco es que cuando hablamos de unidad sea para blindar las irregularidades del otro, no. Nada de blindaje a los robos. Que cada uno se haga responsable de sus acciones y que se asegure el apoyo electoral", dijo a este medio un concejal de Encarnación.
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La Junta de Gobierno habÃa propuesto a los dirigentes que trabajaran en base a una concordiade para evitar un enfrentamiento que pudiera agudizar las divisiones, aunque la iniciativa no prosperó por la irrupción del abdismo. En caso de que Peña no abre la "canilla" del Estado para marzo podrÃa darse una fuga masiva desde el cartismo a la disidencia o, aún peor, alentar la formación de grupos independientes que embarrarÃan la cancha a la hora de conseguir la unidad del partido para las generales.
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