Editorial
La diferencia entre un genio y un loco
Por Pablo Cano
El menú de virtudes de LLA está sumamente acotado al punto tal que los ministros empiezan a evacuar la nave antes que el Capitán dé la orden.

El ministro de economía de EEUU comprando pesos (con dólares) porque están baratos y, afirmando, que es una buena inversión. El Presidente argentino diciendo que nos van a salir dólares por las orejas. Un tal Barry Bennet fungiendo en un neo Kissinger hablando oficiosamente en nombre del gobierno de EEUU señalando cuál es "su hombre" para la política argentina. Un premio nobel de economía de EEUU diciendo que los dólares que entran en Argentina para comprar pesos son en realidad para zafar a un amigo del ministro de economía de EEUU que a la vez es el empleador del tal Bennett... "Es Nueve Reinas!!", me señala un amigo cinéfilo que también decodifica que el Presidente Milei vendría a ser Marcos (el personaje de Darín) pero no puede terminar de cerrar quién es Gastón Pauls en esta historia "Será Santiago Caputo?, Será Bob Citrone? Serán Los Sospechosos de Siempre?"

La tentación de dejarse llevar por los detalles -"Se están mueriendo, señorita" afirma Trump- y la tensión que le aporta al análisis a cuanto cierra el dólar y que pasa el 26 a la noche no debe obturar la pregunta de fondo que enfrenta el gobierno, primero, y el resto de la política nacional después de cara al futuro próximo: cómo sigue esto?...vamos por algunas respuestas que se vislumbran.

La primera, la del gobierno, está claramente atada a la suerte que se le imponga. Desde el resultado de la elección hasta el humor de los mercados, pasando por dónde decante el fiel de una geopolítica yanqui que en su atolondrado reacomodamiento le viene dando salvavidas tanto al programa de Toto Caputo como a las aventuras financieras de fondos de inversión, todo depende de una suerte que el gobierno sólo puede tener o nó, pero poco puede hacer para generarla. Ya Maquiavelo conjeturaba sobre el impacto de la "fortuna" en el desarrollo de un político y condicionaba el impacto de ésta a la virtud del gobernante, pues bien, todo parece indicar que el menú de virtudes de LLA está sumamente acotado al punto tal que los ministros empiezan a evacuar la nave antes que el Capitán dé la orden. Entonces, deja de ser importante cuánto saque el gobierno este domingo porque entre los extremos que se presuponen (piso de 33, techo de 37) seguir para el gobierno va a implicar que no puede seguir sólo. Cuando se decodifica la feroz interna del gobierno casi el único punto de acuerdo consiste en cerrarle el ingreso a la botonera del ejecutivo a Macri y sus patrocinados ¿por dónde amplia Milei su gabinete entonces? La oposición amigable de los gobernadores va a tener ahora 2 incentivos seguros y uno muy probable a partir del 26 para correrse del invite, LLA se demostrará como incapaz de amenazar los territorios de estos mandatarios provinciales a la vez que la negociación "gobernabilidad por fondos" le pondrá presión exacerbada a la disciplina fiscal. Esta disciplina fiscal hará del gobierno un gobierno cada vez más antipático con los grandes bolsones de votantes que le están dando la espalda (jubilados, estudiantes, docentes) y profundizará las limitaciones para las agendas de demandas que el gobierno sigue sin poder resolver como por ejemplo Garraham y discapacidad. A esto hay que agregarle que la aritmética electoral va a azuzar una nueva hipótesis: si el 60 y pico votó en contra del gobierno, el que llegue a 30 en el 2027 puede competir con chances de sumar en el ballotage al universo antiperonista rancio que parece ser el último reducto de LLA; al igual que pasó con Milei, con 30 puntos de base se puede soñar con llegar al sillón de Rivadavia, o dicho de otro modo, hay que mantener un ejercicio de tercios en el corto plazo para recrear en ballotage el frente electoral que fue JxC cuya fórmula demostró que se podía juntar todo contra el peronismo de manera eficiente. En definitiva, el cómo sigue del gobierno se define en si es capaz de convocar a otros actores a seguir juntos y repartir el botín. Podrá?

El cómo seguir de la oposición parece mas lineal y, a la vez, con algún matiz enrevesado fruto de la memoria histórica que porta la clase política a la hora de abordar escenarios de crisis.

El peronismo parece encaminarse inexorablemente hacia la transición de su conducción con una sucesión dentro del AMBA que continúa la impronta que ha conurbanizado al movimiento desde la crisis del 2001 para acá. Kicillof se encamina a otra victoria electoral en su distrito la que convive con su incapacidad de dominar integralmente el mismo. Cristina, o mejor dicho, La Campora con Cristina a la cabeza, pendula entre demorar todo lo que pueda el encumbramiento de Kicillof o apurarse a cerrar el paquete para cristalizar la nomenclatura del próximo gobernador(a) bonaerense. Esta ralentización del proceso explica, en buena parte, una de las ventajas que puede encontrar el gobierno para sobrevivir a la próxima crisis como también abre ventanas de tiempo en la cual otros actores vean el vacío que hay entre un gobierno detonado y un peronismo abstraído en su sucesión para intentar salidas institucionales que obturen el tránsito de un populismo de derecha a un populismo de izquierda. Los pasillos del Congreso Nacional y el morcilleo de algunos periodistas/operadores (ambas dignas profesiones, que conste) empiezan a diagramar planes de contingencia si el gobierno sigue acumulando impericia en la macro, derrumbe en la micro y chisporroteos de corrupción.

"No te apures que adelante también llueve", dicen que dice Sergio Massa (cuyo renunciamiento histórico a encabezar lista debe estar mascullando todavía)... pues bien, ese parece ser el tono que va a dominar el peronismo para el corto plazo y habrá que ver si sus bases y sus eventuales patrocinantes le permiten ese estadio zen si el gobierno encuentra una fórmula de seguir que profundiza el daño sobre el universo que representan. La tensión social que muchos explican asordinada por la mediación de intendentes y gobernadores tiene el límite que un mayor achicamiento de la economía impone sobre sus recursos. El gobierno se ha mostrado altamente capacitado para el plan "dólares para pocos" pero el consumo interno sigue en picada, el dato de endeudamiento y mora en familias adquiere rangos nunca vistos y el bimestre caliente de cada año está a la vuelta de la esquina. El cómo seguir del peronismo parece sesgado al rol de comentarista y tibio denunciante formal fruto de varias líneas que se cruzan (su transición pendiente, su afán de consolidar en la gente el rechazo a este modelo, su carencia de plan alternativo consolidado internamente), habrá que ver si los tiempos se aceleran y/o si el agua también llega a su orilla como recalcula la fuerza política que ha hecho de la adaptación a los tiempos su característica medular.

El resto de la oposición que se viene vertebrando sobre la base de los gobernadores abundan en operadores de palacio y auspiciantes en círculos rojos varios pero carecen de pie en el AMBA (40% del padrón nacional y, por lo tanto 40% de la opinión pública). Portan, en dosis parecidas, cuotas de especulación y audacia, lo que los pinta como verdaderos profesionales en el asunto y, del mismo modo, huelen a previsibilidad. El sueño del Centrao brasilero sumado a los registros de reseteo que suele tener la política local. A priori (y para este grupo es para el único que importa mucho el resultado del 26 a la noche) tienen que validar potencia en sus territorios. Los que pasen este examen podrán aspirar al juego grande. Todo parece indicar que van a prestarse a acompañar hasta ahí, dónde hasta ahí esconde -como corresponde en política y en el amor- necesidades, deseos y urgencias. El cómo seguir de este espacio parece, desde el punto de inicio, ordenado por la expectativa de heredar gran parte de la base electoral del proyecto LLA (todo menos el Gordo Dan) y eso los pondrá en el filo de un juego de toma y daca con el gobierno para el cual, como ya dijimos, no parece ducho Javier Milei y su esquema, lo que anticipa una ruptura salvo un milagro económico a la brevedad.

Si llegó hasta acá, estimado lector, verá que sobre la propuesta planteada al inicio de estas líneas-¿cómo se sigue?- apenas han sido delineados algunos matices de los llamados a dar respuesta. Quizás eso sea porque lo único claro para las próximas semanas es la profundización de una crisis para la cual todos los involucrados lucen carentes de una respuesta sólida preparada.

Finalmente, como decía el propio Milei, la diferencia entre un loco y un genio es el éxito. Ojalá el Presidente encuentre una diagonal para escaparle al intríngulis que el mismo se ha infringido.

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