
Hay una vida profesional concreta de Marx, reciente y dolida, donde no jugó bien en favor de los intereses nacionales.
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¿Dónde están los albaceas fantasiosos de revoluciones nunca concretadas mostrando su desprecio; de clase y de ideologÃa, histórico e histérico; para con la designación de Daniel Marx en un equipo económico de un gobierno peronista?
No están. No se los ve ni se los escucha. Tal vez por confundir el sentido de los silencios.
¡Pero les digo algo, nunca "el silencio es salud"!
Las bravatas verbales que durante años atronaron el espacio polÃtico, proferidas desde supuestas herencias militantes, desde incomprobables continuidades históricas, hoy no aparecen para decir, con respeto y sin poner palos en la rueda, que asà no van bien las cosas.
Que es tolerable y comprensible que alguna dirigencia crea que Sergio Massa puede ser solución.
Que es entendible que alguien que es parte mandataria de una coalición que gobierna, se haga cargo de la economÃa del pais en momentos crÃticos.
Pero es incorrecto, desde un punto de vista peronista, actual y "revolucionario" (para quienes tienen este vocablo tatuado en su frente) callar ante toda situación en virtud de creer que la crÃtica; sana y deferente, amable y objetiva; conspira contra ciertas posibilidades.
No es asÃ.
Una cosa es bancar que una expresión del FdT cobre potestades y otra es asignar esa misma comprensión a potestades trasladadas.
Y esto no va contra dirigentes importantes a las y los cuales se debe entender que cierta prudencia es positiva. Que sus palabras pueden pesar mal en momentos complejos. No. No es para ningún nombre conocido, sino para los miles de compañeros que están organizados en espacios propios del FdT, en orgas, en agrupaciones, en clanes, en camarillas, en butacones parlamentarios, en rimbombantes cargos de gobierno.
Es para aquellos que se movilizan por lo que creen y siempre tienen una dicción perfecta para enumerar los que hay que hacer para que la Argentina sea "patria grande", "progresista", "liberada", "nac y pop".
Estos son los y las responsables de no decir nada en un tema tan simple como manifestar que Daniel Marx no tiene nada que hacer en ningún lugar de nuestro gobierno.
Nada. Y en ninguno.
No hacemos ideologismo ni censuras personales. Hay una vida profesional concreta de Marx, reciente y dolida, donde no jugó bien en favor de los intereses nacionales.
Su presencia, vital y decisora, en el Plan Brady, en el cavallismo entreguista, en el Megacanje arruinador de esperanzas, habla sobre la inconveniencia de este regreso triste y lamentable.
Y no hablamos de otros nombres surgidos de la inventiva del nuevo ministro de economÃa. Nombres que también molestan la sensibilidad militante y peronista. Pero no, no vamos a atosigar comienzos ni vamos a ignorar el deseo de que todo salga bien. Lo deseamos.
Por la Patria y por nuestro futuro y por sostener identidades históricas. ¡Ojalá que todo salga bien!
Aunque nos quedemos solos en esta módica petición, que ni siquiera es vinculante con rescisiones de cargos, seguiremos en la brega de la crÃtica que intenta construir.
Pero la historia, en su futuro a veces impiadoso, recordará timideces actuales.
Es de desear que los canguelos de hoy no sean héroes para nadie. Nunca.
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- 203/09/2320:59Señor Osvaldo, con todo respeto, le digo una cosa: economistas como Daniel Marx o Gabriel Rubinstein son muy valiosos en nuestro espacio. Combatir al capital no sirvió de mucho. Los resultados están a la vista.
- 118/08/2317:31Señor, creo que usted está totalmente equivocado: los que critica están en lo correcto. Su obligación, como buen peronista, es militar lo que sea y sin chistar; así es como debe ser.