Fuerte presión de Julián Álvarez para que Slokar presida la Cámara de Casación
El viceministro de Justicia quiere ubicar a Alejandro Slokar, uno de los ideólogos de Justicia Legítima, en la presidencia del organismo. En otra jugada de Zannini en la Justicia, el gobierno comenzó la presión sobre jueces enfrentados al kirchnerismo para que voten a Slokar en el cargo. Cabral y Hornos, los primeros a convencer.
El secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, sigue moviendo sus peones en la Justicia como en un tablero de ajedrez.

Su próxima jugada busca poner bajo su control la Cámara Federal de Casación Penal, el segundo tribunal más importante del Poder Judicial. Luego de enviar al Senado una lista de diez candidatos afines para cubrir las cuatro vacantes que existen en el organismo, el secretario intenta ahora nombrar a Alejandro Slokar como presidente.

Slokar es, junto a la Procuradora General, Alejandra Gils Carbó, uno de los ideólogos de Justicia Legítima, la agrupación de jueces y fiscales cercanos al gobierno, que nació en apoyo del proyecto de “democratización” del Poder Judicial que el kirchnerismo impulsó este año. Al igual que su mentor Raúl Zaffaroni, Slokar es conocido por su ideología “garantista”.

Como vicepresidente primero de la Cámara, Slokar es el candidato natural para presidirla a partir de este mes, como señala la tradición del organismo. Pero el juez además necesitará cinco votos a favor de sus compañeros. Hasta ahora el gobierno cuenta con los votos del propio Slokar –que votaría por sí mismo-, y los de Ángela Ledesma y Pedro David, vicepresidenta y vocal, respectivamente, de la Sala II de la Cámara.

En busca de esos restantes dos votos, Zannini instruyó al ministro de Justicia, Julio Alak, y al viceministro Julián Álvarez, uno de los nombres fuertes de La Cámpora, a salir en búsqueda de los votos que hacen falta.

Pero a ambos les espera una tarea complicada: el humor hacia el gobierno en la Cámara de Casación es pésimo por las intromisiones del kirchnerismo en el organismo para ubicar jueces afines y los cruces entre los magistrados afines al gobierno y aquellos que se le oponen.

Irónicamente, uno de los que recibió las llamadas de Álvarez fue el conjuez y actual juez subrogante en la Cámara, Luis María Cabral, a quien el gobierno declaró como enemigo por sus posturas ante las iniciativas oficiales. Cabral fue una de las voces más fuertes contra la reforma de la Justicia que el kirchnerismo promovió este año, por lo que el llamado del viceministro descolocó al propio juez.

De todos modos, Cabral mantuvo su estilo educado y rechazó cortésmente la invitación del funcionario de votar a favor de Slokar.

El actual presidente de la Cámara de Casación, Gustavo Hornos, también recibió un llamado con la misma intención, pero en este caso del ministro Alak. En principio, Hornos tampoco votaría a Slokar como presidente, pero su posición podría cambiar si se intensifican los llamados de los interlocutores kirchneristas.

Slokar cuenta con la ventaja de que apenas asomaron nombres como alternativas para el cargo. Fuentes aseguran que a Hornos le gustaría ser reelegido en el puesto, pero se trata de algo inédito en el organismo. En cambio, sí tienen intención de asumir el puesto –y están habilitados para hacerlo- la presidenta de la Sala I, Ana Figueroa y el vicepresidente segundo de la Cámara, Mariano Borinsky.
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