A 15 días de las internas del 11 de agosto, el candidato de Cristina Kirchner, Martín Insaurralde acortó a la mitad la distancia que lo separa de su rival del Frente Renovador, Sergio Massa. Sin embargo, enfrenta el difícil desafío de superar el techo del 30% en el principal distrito electoral del país.

El intendente de Tigre concentra el 32,5 por ciento de la intención de voto, frente al 27,4 por ciento del postulante kirchnerista y jefe comunal de Lomas de Zamora. Menos de un mes atrás, en el inicio de la campaña, esa distancia era de once puntos.

Las cifras surgen de una encuesta de Poliarquía Consultores publicada hoy por La Nación. En términos territoriales, el achicamiento de la brecha entre Massa e Insaurralde se nota particularmente en el Gran Buenos Aires, donde la distancia entre ambos pasó de 12 puntos a apenas un punto.

Sin embargo, en el interior de la Provincia Massa sigue consolidando su propuesta, principalmente en Bahía Blanca y Mar del Plata, las dos ciudades más grandes del interior bonaerense, tal como anticipó LPO una semana atrás.

Insaurralde recortó la diferencia con Massa en 5,8 puntos porcentuales en la Provincia, pero su gran desafío es superar el piso del 30%. Algunos encuestadores afirman que todavía puede superar en dos o tres puntos su medición actual de 27,4% pero la incertidumbre está puesta en si logra perforar el techo.

En términos generales, Massa perdió un 1,2% de intención de voto (a principios de mes había registrado el 33,7%), mientras que Insaurralde sumó 4,6 puntos a los 22,8 registrados por la primera encuesta, realizada en la primera semana de julio.

En el tercer lugar, con 13,1% de las preferencias, se mantiene Francisco de Narváez, y cuarta sigue Margarita Stolbizer, con 11,7%.

Composición del voto

Otro dato que arroja la encuesta es que Massa perdió terreno entre quienes dijeron sentirse "cercanos" al Gobierno: Pasó de 36% a 23% en ese segmento entre esta medición y la realizada por la misma empresa hace tres semanas. Además creció 4 puntos entre los que se consideran "muy lejanos" al Gobierno, trepando de 34% a 38%.

Esto confirma que Cristina está logrando con algún grado de éxito su intención, anticipada por LPO, de sacarle a Massa "hasta el último voto kirchnerista".

Por eso hoy, según datos a los que accedió LPO, el voto de Massa se integra hoy por dos tercios que son netamente anti kirchneristas y un tercio d ekirchneristas defraudados. Y ese es el problema de Insaurralde, se trata de votantes que dificilmente logre recuperar, de ahí el problema del oficialiemo para superar su techo.

Con esos datos, en el intendente de Tigre comenzó a apuntar sus cuestionamientos a los actores del kirchnerismo que generan más rechazo: La Cámpora, Guillermo Moreno y Luis D’Elía.

Ahí aparecen las dificultades de la Casa Rosada para subir perforar el techo de los 30 puntos. Es que la agrupación de Cristina y el secretario de Comercio son el corazón del Gobierno y quienes manejan -junto a la Presidenta- los hilos del poder.

Sin embargo, esta posibilidad de volver a caer en una elección legislativa, tal como ocurrió frente a Unión-Pro en 2009 no sepultaría el futuro político de Insaurralde, quien pasó de ser un intendente desconocido para buena parte de la Provincia a alcanzar casi un 30% del distrito electoral más importante.

No es la misma situación para la Presidenta. Cualquier derrota frente al intendente de Tigre dejará al descubierto los errores políticos de los últimos años.

La estrategia de Massa para estos últimos días de campaña no tiene grandes sorpresas y es básicamente de "mantenimiento". La idea es reforzar las recorridas en el Conurbano, en particular en La Matanza. Es que la ubicación de los números sobre el mapa de la provincia de Buenos Aires muestra que los distritos de la Primera y la Tercer Sección son el escenario en el que ocurrieron los mayores cambios. Es allí donde Massa sufrió la mayor sangría de intención de voto y donde escaló Insaurralde.

Luego, pasada la primaria y de cara a la elección de octubre intentarán ir a la caza del voto anti kirchnerista que hoy se concentra en Francisco de Narváez para ampliar la diferencia con el oficialismo.

En ese marco, algunos en el massismo y en el PRO consideran que fue un error la polémica de los últimos días con el espacio de Mauricio Macri, ya que el voto mayoritario de Massa es opositor al kirchnerismo al igual que el público del macrismo. Pueden ser espacios distintos, pero es evidente que son aliados en el objetivo central: Derrotar al Gobierno.

Acaso quien lo vio con más claridad fue Gabriela Michetti, que ayer minimizó las diferencias y afirmó que veía muy probalble que luego de octubre, ambos espacios establezcan algún tipo de alianza en el Congreso.