El Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos –que publicó el Gobierno nacional este lunes en el Boletín Oficial- generó un alto grado de indignación entre los máximos dirigentes y referentes del sector agropecuario.
La bronca por parte del campo surge principalmente porque la medida establece que las empresas nacionales o extranjeras que presenten proyectos de inversión por montos no menores a los u$s 1000 millones no pagarán retenciones y tendrán libre giro de dólares.
“Si se eliminaran las retenciones agropecuarias habría un boom de inversiones que dinamizaría la economía, generando empleo y desarrollo al interior del país”, dijo a La Política Online Ernesto Ambrosetti, economista en jefe de la Sociedad Rural (SRA).
“El acuerdo con Chevron busca favorecer a YPF porque es una empresa controlada por el kirchnerismo”, apuntó Ambrosetti, para luego mencionar que “si tomaran una decisión similar con el campo se favorecería a todo el país y no solo a una compañía”.
Si bien la situación económica de los productores rurales se complicó notablemente en el último año debido a la baja de precios internacionales y a la suba de costos internos, el Gobierno se niega a modificar el actual esquema de retenciones en el sector.
Por tal motivo, y sumando el atraso cambiario, ya ni productos que en la última década fueron muy rentables -como la soja o el maíz- resultan atractivos a esta altura (ni hablar de las economías regionales que presentan graves problemas de competitividad).
“Lo único que queremos es ser competitivos y poder generar divisas para el país, pero para esto tenemos que tener rentabilidad, lo cual hoy está completamente sesgada por la inflación interna”, comentó a LPO Daniel Assef, asesor económico de Coninagro.
“El proyecto para favorecer al sector energético es algo que venimos reclamando desde hace mucho tiempo, pero nunca fuimos escuchados”, señaló Assef, y agregó que “por las retenciones, hoy tenemos un dólar de $ 3,55 y compramos insumos a $ 5,47”.
Por su parte, el vicepresidente de Federación Agraria (FAA), Julio Currás, calificó al acuerdo con Chevron como un escándalo: “Esto es una muestra más de que el relato del kirchnerismo va por un lado y los hechos por el otro”, disparó a este medio.
“El Gobierno, que se dice nacional y popular, beneficia a grandes multinacionales extranjeras con un régimen de retenciones cero y castiga a pequeños y medianos productores argentinos con un 35% de retenciones”, añadió Currás.
Déficit Energético
Lo cierto es que el creciente déficit energético que presenta actualmente la Argentina es un problema de enorme magnitud en un contexto de escasez de dólares, ausencia de inversiones extranjeras y serias limitaciones para acceder al crédito internacional.
En este sentido, en los primeros cinco meses de 2013 las importaciones de combustibles y energía requirieron u$s 4562 millones contra exportaciones por u$s 2433 millones, según el Indec. Es decir: el saldo energético registró un déficit de u$s 2129 millones.
El hecho de tener semejante agujero no es un dato menor: se trata en definitiva de una suma equivalente a los dólares generados en lo que va de 2013 por las exportaciones de carnes, lácteos, miel y frutas frescas y secas.
En cambio, en los primeros cinco meses de este año las exportaciones de productos agroindustriales generaron -según datos oficiales- divisas por u$s 9261 millones contra u$s 7691 millones en el mismo período de 2012.
Como sea, los especialistas consultados remarcan que una de las soluciones para reducir el déficit energético está en el campo si el Gobierno se decidiera a elevar el corte mínimo de etanol con nafta del actual 5% al 10%. El tema es que las automotrices vienen haciendo lobby para que el corte con etanol permanezca en el 5%.
