El lavagnismo dejó de ignorar los ataques que le llegan desde el macrismo tras la foto que se tomó con Hugo Moyano, José Manuel de la Sota y Francisco De Narváez.

Rodolfo Gil, el asesor de Macri y casi seguro candidato a diputado por la Capital Federal, cuestionó no haber podido debatir el asunto y no tuvo medias tintas para definir al PRO.

“Se nota que todavía subsisten en nuestro país grupos ultra minoritarios que siguen teniendo prejuicios culturales contra el peronismo y por ello les resulta muy difícil pensar en la formación de un frente con nuestra fuerza política", atacó.

“Lavagna se reúne con quien considera apropiado en la tarea de construcción de un centro amplio en la política argentina que haga frente a los desbordes autoritarios del gobierno", agregó.

El ex ministro se vio por última vez con Macri el 2 de mayo, al día siguiente de su participación en el acto de Córdoba. Hablaron de cuestiones generales pero el jefe de Gobierno no le hizo mención al asunto.

Al día siguiente los diarios tuvieron declaraciones de Macri en repudio a la sintonía de Lavagna con el peronismo federal. En New York fue más lejos y desconoció las avanzadas negociaciones para un acuerdo.

De todos modos los intermediarios que los habían acercado nunca perdieron trato, aunque lo hicieron con la sorpresa que de ver como todo se desmoronaba. 

Ayer fue otro día de malas noticias para los que todavía confiaban en un acuerdo. Por la mañana se supo que el macrismo ya evaluaba reemplazarlo por Martín Lousteau. Por la noche los peronistas que denosta Macri se reunieron en la Casa de Córdoba en Capital. Lavagna no estuvo por estar “de viaje”, pero para que nadie se confunda envió a Gil. 

"Estábamos esperando una palabra pero no la tuvimos. Sólo hablan por los diarios”, se lamentó, en diálogo con LPO. “El conflicto esencial es que ellos creen que 2013 se pelea para 2015.

Y para nosotros el 2013 también es esencial”, señaló Gil. Y planteó una agenda para cumplir “los cuatro puntos fundamentales para la democracia”, que son “el mantenimiento de la actual Constitución, sin ninguna posibilidad de re-reelección; la reforma del régimen electoral; la anulación de estas seis leyes que tienden a domesticar a la Justicia; y un gran programa de empleo joven".

La apuesta a Massa

Doscientos dirigentes políticos e intelectuales se reunieron anoche en el Centro Cultural de Galicia para ratificar la candidatura a senador de Roberto Lavagna.

Uno de los presentes fue Fernando “Pato” Galmarini, suegro de Sergio Massa, quien de ese modo abrió paso para que, alejado del PRO, Lavagna pueda reverenciarse en el candidato de Tigre, sin finalmente se decide a ser candidato por la provincia de Buenos Aires.

Galmarini tomó el micrófono para apoyar a Lavagna y para señalar que muy pronto la definición de Sergio Massa "trabajará en el mismo sentido de reconstrucción del peronismo”.

Massa ya venía hablando de una candidatura porteña con Lavagna antes de que el ex ministro comenzara su diálogo con el PRO.

En su negociación con el marcrismo el economista nunca perdió su identidad peronista, cualidad que terminó por espantar al jefe de Gobierno.

Pero los lavagnistas nunca dejaron de ver a Massa como un acto central de la nueva “renovación” y ahora apuntan a reflotar el acuerdo y jugar en tándem haciendo campaña juntos.

Anoche estuvieron Pascual Albanese, Octavio Frigerio, Santiago Díaz Ortiz, Jorge Raventos, Silvio Maresca, Carlos Campolongo, Graciela Maturo, Jorge Pirra y Víctor Lapegna y el sindicalista del calzado Agustín Amicone, entre otros.

Todos señalaron al espacio peronista que integra Lavagna, José Manuel De la Sota y Hugo Moyano. Entre las adhesiones recibidas, se destacó la enviada por el Partido Fe, que preside el ruralista Jerónimo Venegas. Otras fueron las del ex ministro de Justicia Alberto Iribarne y del intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino.