27 de abril, 2024
Se disparó la importación de energÃa en enero
A pesar del cepo al dólar y el control de las importaciones, las compras superaron los 700 millones de dólares en el primer mes del año, el doble que en 2012, de acuerdo a datos de consultoras privadas.
Las importaciones de energía, principal fuente de salidas de dólares del Gobierno, volvieron a crecer durante enero. Según datos que manejan varios consultores del sector, las compras de productos de energía en el extranjero superaron los US$ 700 millones, duplicando los valores obtenidos en el mismo mes del año pasado, según informó el diario Clarín.
Aunque todavía no están los datos definitivos de febrero, las primeras estimaciones de los especialistas indican que las importaciones no bajarán con respecto a enero y que incluso estarán por arriba, cerca de los US$ 800 millones. De esta forma, también volverán a estar casi 100% por arriba al año pasado. En dos meses, el Estado compró por más de 1.500 millones de dólares, o 7.500 millones de pesos al tipo de cambio oficial.
En el Presupuesto 2013 está consignado que Enarsa podrá disponer de recursos estatales por $ 24.711 millones (menos de US$ 5.000 millones al dólar que utiliza el Gobierno). Pero como eso no alcanzará, hay –al menos– otros $ 22.200 millones a mano. Esto significa que el Ministerio de Planificación contará con casi $ 47.000 millones (más de US$ 9.000 millones).
El Congreso le otorgó luz verde a la Secretaría de Hacienda para emitir Letras del Tesoro por otros $ 12.000 millones. Pueden ser destinados como garantía de las “adquisiciones de combustibles líquidos y gaseosos, la importación de energía eléctrica, la adquisición de aeronaves, como así también componentes extranjeros y bienes de capital de proyectos y obras públicas nacionales realizadas o a realizarse”, destacó el proyecto.
En el presupuesto votado por el oficialismo hay otros $ 10.200 millones para comprarle combustible a Venezuela. “Autorizase al Poder Ejecutivo (...) a asumir anualmente deudas por hasta US$ 2.000 millones con origen en la provisión de combustibles líquidos” en el marco de un convenio firmado con la estatal PDVSA.
Cuando el Gobierno expropió YPF, se propuso bajar la cuenta de importaciones energéticas. En el segundo semestre de 2012, Axel Kicillof estuvo frenando órdenes de compra y logró achicar un 12% las importaciones, según algunos entendidos.
De todas formas, las compras de energía fueron de 9.266 millones de dólares, apenas un 1,6% por debajo del récord de 2011 (US$ 9.397 millones). Eso coincidió con la caída de la actividad industrial y el casi nulo crecimiento de la economía durante el año pasado.
Aunque todavía no están los datos definitivos de febrero, las primeras estimaciones de los especialistas indican que las importaciones no bajarán con respecto a enero y que incluso estarán por arriba, cerca de los US$ 800 millones. De esta forma, también volverán a estar casi 100% por arriba al año pasado. En dos meses, el Estado compró por más de 1.500 millones de dólares, o 7.500 millones de pesos al tipo de cambio oficial.
En el Presupuesto 2013 está consignado que Enarsa podrá disponer de recursos estatales por $ 24.711 millones (menos de US$ 5.000 millones al dólar que utiliza el Gobierno). Pero como eso no alcanzará, hay –al menos– otros $ 22.200 millones a mano. Esto significa que el Ministerio de Planificación contará con casi $ 47.000 millones (más de US$ 9.000 millones).
El Congreso le otorgó luz verde a la Secretaría de Hacienda para emitir Letras del Tesoro por otros $ 12.000 millones. Pueden ser destinados como garantía de las “adquisiciones de combustibles líquidos y gaseosos, la importación de energía eléctrica, la adquisición de aeronaves, como así también componentes extranjeros y bienes de capital de proyectos y obras públicas nacionales realizadas o a realizarse”, destacó el proyecto.
En el presupuesto votado por el oficialismo hay otros $ 10.200 millones para comprarle combustible a Venezuela. “Autorizase al Poder Ejecutivo (...) a asumir anualmente deudas por hasta US$ 2.000 millones con origen en la provisión de combustibles líquidos” en el marco de un convenio firmado con la estatal PDVSA.
Cuando el Gobierno expropió YPF, se propuso bajar la cuenta de importaciones energéticas. En el segundo semestre de 2012, Axel Kicillof estuvo frenando órdenes de compra y logró achicar un 12% las importaciones, según algunos entendidos.
De todas formas, las compras de energía fueron de 9.266 millones de dólares, apenas un 1,6% por debajo del récord de 2011 (US$ 9.397 millones). Eso coincidió con la caída de la actividad industrial y el casi nulo crecimiento de la economía durante el año pasado.
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