El escandalo internacional que produjo el anuncio, anticipado por LPO, de la multinacional brasileña Vale de suspender su megaobra en la localidad mendocina de Malargüe, obligó a la sede central de la minera a emitir esta tarde un escueto desmentido.

La Política Online accedió en exclusiva al parte, firmado por Mônica Ferreira, gerente General de Relaciones con la Prensa, en la que niega de manera tajante que la minera con sede central en Río de Janeiro haya decidido suspender de manera "indefinida" su megaproyecto de u$s 6.000 millones para extraer potasio en Mendoza.

Se trata de una feroz desautorización al staff radicado en Mendoza de la minera, que conduce el CEO local, Sergio Leite, que ayer blanqueó la suspensión del proyecto y hasta adujo que la decisión se tomó por la caída que sufrió el precio del potasio en los últimos dos años.

"Vale aclara que no anunció la suspensión del Proyecto Río Colorado en Argentina", comienza el comunicado de un  párrafo que intenta atenuar el escandalo internacional que fue anticipado por LPO y hoy llegó hasta las páginas del Financial Times, que publica el anuncio com o una de sus principales noticias de Latinoamérica.

Sin embargo, la segunda parte del comunicado arroja algunas dudas: "La empresa prorrogó el receso d efin de año de sus trabajadores y analiza variaciones en los fundamentos económicos del proyecto".

Esta última frase parece abrir la puerta para una ralentización del proyecto o una reducción de la inversión prevista, posibilidades que se mencionan en la industria minera.

Es que Vale viene librando una guerra fría con la administración de Cristina Kirchner ya que se niega a enterrar u$s 6.000 millone sen el país si el gobierno no le da algún tipo de seguridad de que podrá remitir las utilidades al exterior.

Es que hoy existe una prohibición de facto -no blanqueada en ninguna norma- que impide a las mineras remitir sus utilidades, que suelen ser de cientos d emillones de dólares y obviamente en caso de ser giradas al exterior, fragilizarían aún más la posición del gobierno en divisas que necesita como el agua para pagar los vecimientos de la deuda externa.

En ese marco, Vale desplegó una estrategia de presiones no blanqueadas a través de suspender trabajadores y dejar correr rumores de suspensión de inversiones, que ayer con una torpeza inusitada los voceros locales de la compañía transparentaron. El fulminante comunicado de Río de Janeiro también se parece mucho a un reto en forma para su filial local.