Aunque la decisión de avanzar definitivamente con el traspaso de los subterráneos a la órbita da la Ciudad ya había sido tomada por Mauricio Macri -tal como lo había revelado LPO-, el anuncio se anticipó y generó sorpresa, contradicciones y hasta malhumor en varios sectores del PRO.

Sucede que la determinación fue tomada prácticamente en soledad por Macri, acompañado por un pequeño grupo funcionarios. Pero gran parte de su gabinete y de los legisladores del PRO quedaron afuera de la discusión, y supieron de la noticia poco antes de la conferencia de prensa del jefe de Gobierno.

Diversas lecturas políticas sobre lo ocurrido la semana pasada aceleraron la decisión. La masiva manifestación del 8N, que no pudo ser capitalizada por el macrismo acaso haya sido el motivo principal. En el entorno de Macri consideran que las inundaciones, las calles llenas de basura y la polémica foto con Kiss -en medio de la crisis de la recolección de residuos y de las inundaciones- generaron malhumor entre los ciudadanos.

Consideraron, entonces, que lo correcto era dar una señal positiva de gestión. Pero en ese adelanto, dejaron afuera a funcionarios clave que venían participando incluso de la negociación con el Gobierno Nacional, como el titular de SBASE, Juan Pablo Piccardo, y al ministro de Hacienda, Néstor Grindetti.

Pero también generaron una descoordinación en el Gabinete porteño. Para evitar contradicción, se autorizó únicamente a María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta a hablar públicamente sobre el tema. Sin embargo, esta mañana ya ser observaron algunas interferencias.

Mientras que la vicejefa de Gobierno dijo que "en el corto plazo" no se prevé un aumento de tarifa, el jefe de Gabinete aseguró que la suba del boleto es una "alternativa". Quedó así en evidencia que se lanzó el anuncio si tener definido una cuestión clave: la financiación.

Existe una serie de alternativas para resolver ese punto. En principio, se definió que no habrá aumentos de impuestos generalizados para no generar un descontento entre los vecinos de toda la Ciudad. En cambio, se piensa en la vía de incrementos focalizados.

Por un lado, se habla de subir el costo de los peajes porteños, que ya están en niveles bastantes elevados -se paga 8 pesos-. También se analiza una posible suba en patentes, aunque genera cierto temor a posibles protestas. Y por último, se piensa en seguir el modelo que ya aplica De la Sota: gravar el consumo de naftas en la Ciudad.

Además, aunque no se sabe en qué momento se realizará, se reajustará la tarifa para los usuarios de subte. En el PRO realizaron estudios que indican que para reemplazar la totalidad de los subsidios, el boleto debería rondar los 5,5 pesos. Pero los incrementos que analizan serían más moderados.

Los primeros cálculos de Macri indican que necesitarán en 2013 cerca de 1.000 millones de pesos para gestionar los subterráneos, sin realizar ninguna nueva inversión. Incluyen los 760 millones de pesos en subsidios que recibía Metrovías por año, sumados al costo de las nuevas paritarias. La Ciudad cuenta con un presupuesto que supera los 40.000 millones de pesos, por lo que no se descarta una reasignación de partidas.