El Gobierno resarcirá al banquero Jorge Brito del mal momento que atravesó por la fallida compra de la ex Ciccone Calcográfica habilitándolo a prestarle plata a las provincias a tasas récord.

Es que el Banco Macro, propiedad de Brito, acordó un aporte de 300 millones de pesos con el gobierno de Mendoza, que llegó a esas oficinas tras fracasar en varios intentos por buscar ayuda en el Banco Nación.

El crédito sería a 36 meses y a una tasa Badlar más 550 puntos, que da un resultado de 23%, de las más altas que se recuerde para una provincia.

Mucho más que la de 16,225% que tiene que pagar Scioli por los 600 millones que le giró en julio la Anses para pagar los aguinaldos. Cabe recordar que Fernando De la Rúa, Domingo Cavallo, Daniel Marx, y el banquero estadounidense David Mulford tuvieron que aforntar un juicio por haber realizado el megacanje de la deuda externa a una tasa de 16%.

La negociación la llevó adelante el ministro de Hacienda mendocino, Marcelo Costa, pero para cerrarla no alcanza con la buena voluntad de ambas partes.

Es que por una vieja ley de los 90, para tomar préstamos de entidades privadas las provincias necesitan una resolución del Ministerio de Economía y el Banco Central. En Mendoza aseguran que ambas medidas saldrán sin problemas.

Lo extraño es que esta negociación se abrió luego de que el gobierno de Francisco “Paco” Pérez fracasara en un pedido de un crédito con el Banco Nación, por una cifra cercana a 400 millones de pesos y por una tasa cercana al 16%.

“Lo real es que las provincias que no acceden a financiamiento nacional muestran enormes dificultades para acceder al mercado de crédito y, cuando lo hacen, enfrentan tasas del orden del 23% anual como sucede con la provincia de Mendoza”, se lamentó el diputado radical y mendocino Enrique Vaquié.

Las gestiones estuvieron avanzadas, tanto que hasta el senador oficialista Rodolfo Bermejo aseguró en una sesión que la demora era sólo por cuestiones administrativas.

El crédito nunca apareció y en Mendoza se habló de que se frenó porque Pérez lo comentó jocoso ante gobernadores en la cumbre del Mercosur.

Esta versión se la adjudican a la directora del Banco Nación Patricia Fadel, ex diputada nacional y leal a Juan Carlos Mazzón, histórico operador del PJ y todavía con despacho en la Casa Rosada.

Pero en la gobernación de Mendoza dejaron trascender que, en realidad, Cristina no quería girar a las provincias dinero del Banco Nación porque prefería usarlo para emprendimientos nacionales.

De esa decisión surgió la veta para que sea Brito quien aporte fondos frescos a las provincias a tasas siderales.

El banquero mantuvo una estrecha relación con Néstor Kirchner pero su vínculo con el Gobierno quedó sacudido con el escándalo por la quiebra de la ex Ciccone, que lo tuvo como protagonista.

Brito está investigado por haber financiado esa adquisición y el vicepresidente de la imprenta, Máximo Lanusse, es un ex gerente del Macro.

Pero ahora se encuentra ante un negocio soñado por los banqueros como es prestarle a las provincias, para lo que necesita una ayuda del Gobierno.