Jorge Yoma y Felipe Solá protagonizaron duros cruces con el bloque kirchnerista por oponerse al proyecto que traspasa al Banco Nación los fondos de la justicia nacional y federal que se depositan en el Ciudad.

La sesión comenzó accidentada cuando la oposición reclamó su finalización por no haber quórum, pero Julián Domínguez no se la concedió y al poco tiempo abrió el debate.

Con la mitad de las bancas vacías, Yoma y Solá se las rebuscaron para calentar el debate, hasta el punto que Agustín Rossi tuvo que adelantar la votación para evitar desmanes que puedan complicar el quórum. Sólo después les respondió.

Sentado en la primera fila, dos por encima de Rossi y auna cabeza de Andrés Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro, Yoma citó jurisprudencia para justificar su postura de que el Gobierno no puede mover los depósitos judiciales, con el dato de que uno de sus fallos era nada menos que de la fiscal ante la Cámara Comercial Alejandra Gils Carbó, candidata a Procuradora a propuesta de Cristina Kirchner.

Se presentó como “defensor de la autarquía judicial”, dudó de que esta ley no altere los puestos laborales y anticipó un “gran daño” producto de esta ley.

Su vehemencia fue ganándose aplausos espontáneos de los empleados del Banco Ciudad que seguían la sesión desde las gradas, e incomodaba a los diputados de su bloque.

Y empezó a levantar de tono cuando el tiempo se extirpaba. “Quiero decir que como diputado del interior me revela estar hablando permanentemente sobre temas de la Ciudad de Buenos Aires. Primero son los subtes, luego los trenes, ahora el Banco de la Ciudad, etcétera”.

“Las economías de nuestras provincias están necesitando entrar en la agenda de este Congreso, o sea, en la agenda del Estado nacional”, continuó. Los empleados del Banco Ciudad, tal vez sin entender de qué hablaba, lo volvieron a aplaudir.

“Estamos en crisis profunda en el sector olivícola, lo mismo pasa en el sector vitivinícola! Estamos buscando soluciones. Lo que estamos necesitando es ínfimo”, reclamó.

“¿Saben cuánto le cuesta a la olivicultura de cinco provincias argentinas –La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza y Córdoba poner su producción en la frontera con Brasil? Sólo con los 280 millones que se destinan a subsidiar a los subtes de la ciudad de Buenos Aires se podría subsidiar durante cinco años la producción olivícola de esas cinco provincias argentinas, que destinan el 80 por ciento de su producción a Brasil”.

Cuestionó que se le cuide los puestos de trabajo “a Cristiano Ratazzi y a las demás automotrices” y pidió “dejar a la Ciudad de Buenos Aires con su autonomía y sus instituciones. Dediquémonos a la Argentina profunda, porque para eso nos votó la gente que nos puso en estas bancas”, cerró.

Depetri estaba en la primera fila pero sobre el centro del recinto, a muy pocos metros. Y desde ahí comenzó a increparlo sin levantar la voz. Yoma enfureció. “Que te pasa anda a La Rioja”, le respondió y siguió gritándole.

El piquetero lo señalaba con el dedo como advirtiéndolo. El resto del bloque, en soledad, no sabía como manejar la situación y atinaba a pedir silencio con el clásico “shhhhh”.

"El que habló es un cagón"

Pero el siguiente orador fue Felipe Solá y no hizo más que levantar el incendio. “Debo decir que comparto la bronca manifestada por el señor diputado Yoma. Hago mía también su calentura. Yo también hubiera seguido gritando, porque tiene razón en lo que ha planteado”.

“Venimos a este recinto a discutir un proyecto de ley cuyo texto es absolutamente discutible, pero cuyo espíritu es el de la primera iniciativa que se presentó, que buscaba vaciar un banco que andaba bien en la Ciudad de Buenos Aires”, ya colorado y a los gritos.

“¿Quisiera saber de qué mente salió la locura de querer sacarle 7.000 millones de pesos a un banco que le presta a la producción y que otorga créditos hipotecarios en una proporción mucho mayor que la el Banco Nación y seguramente también que el Banco Provincia, que ahora sólo le presta a la provincia de Buenos Aires?”, preguntó el ex gobernador.

“No me interesa quién gobierne la Ciudad de Buenos Aires. Tampoco hace falta que explique mi posición política respecto del gobierno de la Capital Federal, porque es conocida por todos. Lo que interesa saber es que el banco no está mal administrado y que incluso ofrece créditos a tasas más bajas que las del Banco Nación”.

“Es mentira”, le gritó el diputado correntino Fabián Ríos, director del Banco Nación hasta diciembre.

Solá interrumpió su discurso y recorrió con su mirada el bloque oficialista, ese que integró en 2008, cuando fue insultado por Carlos Kunkel por votar contra las retenciones móviles.

Aunque esta vez bien lejos de la zona caliente del oficialismo, el ex gobernador se mostró dispuesto a no tolerar agresiones.

“Perdón, señor diputado, si quiere hacer uso de la palabra, pídame una interrupción”.

Julián Domínguez intentó poner calma: “La Presidencia solicita a los señores diputados que permitan al señor diputado Solá finalizar con su exposición”, exigió.

Pero Solá no contenía su furia. “Señor presidente: si no es cobarde, que me pida una interrupción y dé la cara”, desafió, sin dejar de mirar al bloque K. Nervioso, Rossi ya se había levantado de su banca para pedirle a los suyos que no entraran en debates.

Si Solá, sus dos diputados fieles (Roberto Mouillerón y Raúl Rivara) y Yoma se iban, la sesión perdía quórum.

Pero el ex gobernador insistió en identificar a quien le había gritado. “Por lo visto, no la va a pedir (la interrupción) ¡Es cagón!”, gritó. Ríos ni se inmutó.

El ex gobernador siguió. “¿Cuál es el objetivo de esta ley? Joder, joder y joder. Nosotros no jodemos. Damos quórum como lo haremos en todas las discusiones, provengan de la oposición o del oficialismo. Sin embargo, votaremos en contra de la iniciativa, porque nuestra intención es defender lo que está bien hecho”.

Agustín Rossi llamó a votar y recién después contestó, no sin antes agradecer a los que dieron quórum. “No respondimos a ninguna de las críticas que hicieron los diputados Yoma y Solá al solo efecto de facilitar la votación, habida cuenta de que –a pesar de lo que acabo de decir el quórum era bastante restringido”, confesó.

“Me hubiese gustado escuchar al diputado Solá, cuando lo impugnó al diputado Heller, efectuar la misma impugnación en la votación de la resolución 125. Aquí votaron en contra de esa resolución muchísimos que tenían campos y plantaciones de soja, y veían afectada su rentabilidad por esa iniciativa”, le enrostró al gobernador.

“Nosotros somos el gobierno que ha luchado contra la lógica que imperaba en los noventa, cuando se decía que las provincias más pobres de la Argentina era inviables, entre ellas La Rioja”, le dijo a Yoma.

“La idea es que los fondos tengan una utilización más federal, porque no hay ninguna sucursal del Banco Ciudad en la provincia de La Rioja, y seguramente encontrarán sucursales del Banco de la Nación Argentina en cada una de las provincias”, continuó.

El riojano volvió a hablar. “Es obvio que el Banco Nación es el único que tiene sucursal en La Rioja. Con esa excusa mañana expropian el Banco de Córdoba”, respondió. Ya se había votado y todos estaban más tranquilos.