La tensión entre la Casa Rosada y Daniel Scioli lleva a los intendentes a tomar postura por uno u otro lado. Ese escenario sirvió al jefe comunal de La Plata, Pablo Bruera, para consolidar un acercamiento a Cristina Kirchner luego del “castigo” a manos del kirchnerismo tras la campaña de 2009.

Mañana, la Presidenta y Bruera estarán juntos arriba de un mismo escenario después de mucho tiempo. Será en el Mercado Central, junto a otros intendentes, recibirán fondos para la producción frutihortícola.

El viernes, Bruera hizo declaraciones en radio Continental respaldó a las palabras de la Presidenta sobre los giros que Nación hace a la Provincia. “Lo que dice Cristina sobre la inversión que hizo Nación sobre la Provincia es literalmente así”, aseguró el jefe comunal quien además consideró como “antipática” la decisión del Scioli de avanzar extender las licencias a los Bingos para pagar los aguinaldos.

Bruera y el kirchnerismo vivieron su peor momento tras la elección legislativa de 2009. En esa campaña, desde La Plata evitaron mostrarse con Néstor Kirchner y en las recorridas que hizo ex presidente por la capital provincial, el bruerismo se ocupó de buscar barrios de la periferia, casi en los descampados de la ciudad.

Tras la derrota de Kirchner vinieron los cruces desde la Rosada y la paralización en el envío de fondos, algo similar a lo que atraviesa hoy Daniel Scioli.

Por entonces, Bruera estaba convencido que era el fin del kirchnerismo y apostó a una nueva corriente peronista en el territorio bonaerense. Decidido a lanzarse como referente provincial, el jefe comunal comenzó un armado en todas las secciones electorales que comenzó con un acto en el microestadio de Ferro en el que pronunció la frase: “Cuando el Rey está desnudo, es necesario decirle que está desnudo”.

Más tarde, encabezó junto a otros siete intendentes el Grupo de los Ocho, un armado que buscaba consolidarse como un polo de poder entre Néstor Kirchner y Daniel Scioli. La aventura terminó con la muerte del ex presidente y las elecciones del año pasado.

Pero en esos meses en los que Bruera sufrió la indiferencia de la Rosada contó con el apoyo de Daniel Scioli. El Gobernador consideró al jefe comunal como un aliado durante todo 2011, ayudó a impulsar el turismo en la ciudad, concluyó obras provinciales como el Estadio Único y proyecto otras que sirvieron como grandes anuncios de campaña (Planta de Tratamiento de Residuos y Aeropuerto).

Sin embargo, en el entorno del intendente consideran que Bruera le pagó” al Gobernador aportándole un caudal importante de votos en la elección de octubre del año pasado. “Tras esos comicios, hubo algunos acuerdos que no se cumplieron”, explican.

Por debajo deslizan que Scioli cerró acuerdos con el ministro de Justicia, Julio Alak, ex intendente de La Plata y enemigo político de Bruera.

Puntualmente, señalan a Guido Carlotto, hoy secretario de Derechos Humanos bonaerense y quien representó como candidato a intendente de la Plata en las elecciones de 2011 al ultrakirchnerismo.

En esos comicios, Bruera llevó la boleta del Frente para la Victoria, pero el kirchnerismo en la ciudad fue con una colectora. Durante la campaña, Carlotto fustigó al intendente por su “traición” en 2009 y hasta organizó un banderazo por “El día de la deslealtad”, al cumplirse dos años de aquellas recorridas de campaña de Néstor Kirchner por los descampados de La Plata.

En el bruerismo ven el acto de mañana como un gesto del kirchnerismo para recuperar la confianza perdida. Para la Rosada, Bruera representa un triunfo frente a Daniel Scioli.