Guillermo Moreno expuso el 12 de abril pasado en el Mercado Central su particular visión sobre la economía argentina y cómo ve el panorama ante la crisis mundial. Fue en el “Primer Congreso Nacional de la Ruralidad Organizada” del Grupo Pampa Sur que conducen Miguel Saredi y María del Carmen Alarcón.

La exposición de Moreno es útil para entender hacia donde va el hombre más poderoso d ela economía argentina y su visión de la crisis global. En un primer momento, las declaraciones del oficialismo iban en línea a negar posibles efectos sobre el país. Pero de a poco, las afirmaciones fueron cambiando de tono, y desde Marco del Pont a Cristina empezaron a reconocer que “la crisis va para rato” y que “es lógico que de algún modo impacte”.

En ese sentido, Moreno también ha cambiado su discurso y su obsesión es mantener el saldo de la balanza comercial, a la que quiere que llegue a los 10 mil millones de dólares.

“No es fácil encarar esta tarea si no vemos el contexto internacional, porque Argentina está en un mundo y lo que está aconteciendo en el mundo repercute en la Argentina”, sostuvo el Secretario de Comercio Interior para comenzar su análisis.

“Cuando la presidenta dice ‘vamos a tener un mundo difícil’ es porque nos estamos preparando para un mundo más difícil”, dijo y advirtió: “cuando la crisis se acelere, va a disminuir la demanda de productos en todos los países exportadores”, confesó.

Es que Moreno observa dos efectos relacionados con la crisis mundial. El primero de ellos, es la menor demanda de productos primarios. El segundo, es la sobreoferta de productos que las potencias económicas intentarán colocar a toda costa en los mercados que aún permanezcan solventes. Y eso implica precios de remate, aunque no alcancen a cubrir los costos.

“Un pueblo que no consume es pueblo que no compra. Uno consume lo que produce y lo que importa. Si un pueblo deja de consumir, no solo no consume lo que produce, no consume lo que importa”, explica Moreno. A lo que le suma que “esos países intentaran colocar su excedente en aquellos donde haya una dinámica de consumo como la Argentina”. Y da un ejemplo ilustrativo de la historia reciente: “lo vivimos en la argentina. ¿En los 90’ no comprábamos ropa por kilo? Incluso llegaban a vender ropa sucia”, recordó.

La respuesta de Moreno

“Esto nos lleva a un problema muy serio de balanza comercial. Nos pega en un lugar central que es si voy a tener o no voy a tener dólares. ¿Y qué pasa cuando en este país no tenemos dólares? Empieza a haber problemas”, razona Moreno. E inmediatamente lo relaciona con la corrida cambiaria desatada apenas unos días después de la reelección de Cristina.

“20 días después de haber ganado por el 54%, legal y legítimamente -porque no había dudas de que no hubo fraude y le sacó 40 puntos al segundo- todas las cadenas de comunicación decían que íbamos a abrir los bancos, las cajas de seguridad”, rememoró Moreno. Y cargó contra el reconocido economista Orlando Ferreres por decir que “el dólar tenía que estar en $5,60, $6,50, y si estaba a 7 mejor”. “Imagínense que con un dólar a 7 pesos no estaríamos acá, estaríamos hablando de otra cosa”, subrayó.

Después de la corrida, el funcionario puso en la mira a Jorge Brito, el banquero sponsor de Amado Boudou y antiguo aliado del oficialismo. A partir de ahí Moreno eligió a los banqueros como blanco de sus críticas, sumándolos a la lista de los “cipayos”. “Nos querían decir que iban a faltar dólares para que nos apuremos a comprar, a eso nos querían llevar”, señaló. “Querían lograr un efecto manada, mientras ellos buscaban ser los primeros en pasar por la puerta”, criticó el funcionario.

“Pero hemos aprendido. La corrida se paró, la presidenta tomó las decisiones que había que tomar. Desde el 15 de noviembre al día de hoy, el Banco Central no compró dólares sólo dos días”, indicó. “Está claro que no había un problema en el mercado. Había algunos muchachos que estaban haciendo lo que siempre hicieron. Hay algunos que siempre se han quedado con el esfuerzo ajeno, abusando de las situaciones que se generan a nivel local y mundial para llevarse agua para su molino”, espetó el Secretario de Comercio Interior. Y reflexionó: “fue la primera vez en la historia argentina que se paró una corrida bancaria”.

A pesar de las críticas por parte de empresarios y economistas, Moreno asegura que “nadie plantea una economía autárquica”. Por el contrario, “planteamos un saldo de balanza comercial que nos de cierta autonomía para manejar nuestra economía, que no sean los banqueros los que estén en el centro de la escena. Porque “cuando están ahí es lo que le está pasando a Europa. Nosotros queremos que estén nuestros productores e industriales. Productores de genuino trabajo argentino”, afirmó con fervor patriótico.

El éxito de las medidas

El funcionario aprovecha para contar la lógica con la que avanza su cruzada por la balanza comercial. Su primera medida fue obligar a exportar a las empresas que quieran importar, más allá de que terminen vendiendo al exterior productos que no tengan nada que ver con su rubro. Así fue como por ejemplo compañías dedicadas a la siderurgia o al mercado automovilístico se vieron en la necesidad de ubicar arroz en el mercado mundial.

El lema de Moreno es “si querés ser importador, se exportador”. Esta política ha llevado a situaciones insólitas, como que la empresa de neumáticos Pirelli se encargue de la exportación de miel argentina al resto del mundo.

“Parece que hay problemas sanitarios con nuestra miel, que las abejas argentinas no hacen buena miel a los ojos de italianos y japoneses. Yo lo que si sabía es que teníamos la miel parada. Me venían a pedir los productores que les mandáramos azúcar. Y se las mandábamos. Obviamente que no había problema, pero ahí había algo que no cerraba. Entonces empecé a preguntar y me dijeron que el problema era que están cerrados los mercados”, relató el funcionario.

Ante lo cual contó la solución. “Pirelli hizo un acuerdo con el gobierno en donde se hace responsable de la exportación de miel. ¿Podían las embajadas y consulados argentinos vender esa miel? Imposible. ¿Puede Pirelli? Si. ¿Lo hacen porque de repente se volvieron sensibles? No. Lo hacen porque sino no importaban cubiertas”, comentó con crudeza.

Moreno reconoció que “es una pavada, son 20 millones de dólares que no mueven el perímetro de las cuentas nacionales”. Pero que “detrás estaban 20 mil familias, y para este gobierno la familia es el centro de la escena”, ante lo cual su público estalló en aplausos.

Otro momento bizarro fue cuando habló del “negocito interesante” que armó con Carrefour para que distribuya alimentos jalal en Kuwait. “Les dije: andá al interior a comprar productos y cerrá con el centro islámico. Lo que vendas como producto jalal en aceitunas, nueces, lo que comen ellos, te lo tomo como exportación y así vos podes seguir importando. A los de Carrefour se les abrieron los ojos y dijeron “bárbaro”, lo escuchó atento su audiencia.

Viaje a Angola

El funcionario también dio detalles de sus experiencias en el viaje que realizó al país africano junto a 370 empresarios, en su mayoría pequeños y medianos productores, algo de lo que el secretario se enorgulleció. “Aunque también hubo unos 20 que eran grandes”, informó.

Moreno consideró al viaje un éxito. “Vendimos de todo: jabones, cosméticos, medias, ventiladores Liliana”, enumeró. “Nos faltó vender harina porque tiene mala fama. Se la compraban a Brasil, que se las mandaba cuando estaba por vencerse y le cuesta leudar”, le dijo a sus oyentes, como si fuera un maestro panadero.

Y ahí pasa a una parte que parece haberlo conmovido. “Hicimos un banquete para agasajar a nuestros compradores. Después de la exquisitez de nuestro asado, nuestro pan, nuestros vinos y nuestro champagne, el único grito que se escuchó, ya una vez que tomamos una copita, fue ‘Argentina, Argentina’. Estábamos en Angola, 370 argentinos después de haber tenido un buen día de venta, gritando ‘Argentina, Argentina’, que es lo que unifica”, remató, ante lo cual el público lo ovacionó.

El próximo está planeado para el 18 y 19 de mayo, y será con feria incluida. “Vamos con un barco, con animales vivos y la maquinaria, lo va a inaugurar la presidenta con el presidente de Angola”, adelantó el funcionario. “¡Hasta nos pidieron una pista de hielo!”, exclamó. Es que al parecer el hockey sobre hielo es un deporte muy popular en ese país.