Cristina Kirchner habló ante unas 100 mil personas asistieron en Vélez al homenaje del triunfo de Néstor Kirchner en las elecciones de 2003. En un discurso que duró poco menos que una hora, la Presidenta agradeció a los partidos de la oposición el apoyo recibido para votar el proyecto de ley de estatización de YPF, reivindicó el rol del Estado y llamó a la juventud militante a "tomar la posta” por Malvinas.

El acto fue organizado por la Corriente Nacional de la Militancia pero tuvo a La Cámpora como principal convocante, copando los sectores principales del estadio de Liniers y definiendo los cánticos.

Tras el anuncio de la expropiación de YPF y la media sanción en el Senado al proyecto, el acto tuvo a la recuperación de la empresa por parte del Estado como principal emblema. Consignas de todo tipo a favor la recuperación de YPF pudieron verse en todo el estadio, incluyendo banderas, carteles y muñecos.

La Presidenta agradeció a los partidos de la oposición el apoyo recibido para votar el proyecto de ley de estatización de YPF. "Los que tenemos hoy la responsabilidad institucional de conducir el Estado debemos idear nuevas formas de participación, nuevas formas de intervención del Estado, modernas, contemporáneas", aseguró la primera mandataria.

El gran ausente fue el titular de la CGT, Hugo Moyano, que no fue invitado a participar ni a movilizar trabajadores. Por lo demás, todo el arco político vinculado al gobierno nacional dijo presente en el acto.

El Movimiento Evita, de Emilio Pérsico; la JP Evita; el Frente Transversal, liderado por Edgardo Depetri; Kolina, promovida por Alicia Kirchner; el partido Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella; y el Miles, de Luis D\'Elía. También participaron otras fuerzas como la Tupac Amaru, Martín Fierro y La Juan Domingo.

La Presidenta pidió a la juventud "tomar la posta y las banderas de 200 años de historia para que nuestras Malvinas vuelvan a formar parte de nuestras instituciones, porque de nuestra historia y geografía ya lo son".

Además dijo que "el Estado no puede declinar las responsabilidades políticas, sociales, economías e institucionales en la conducción de un país", insistió la primera mandataria, ante los jóvenes militantes, a quienes les dijo: "Ustedes tienen que tomar la posta y las bandera, seguir con los ideales y las banderas".

"Quiero decirles también que muchos pensaron que cuando hablé de sintonía fina empezaron a elaborar teorías acerca de qué significaba esa sintonía fina, que íbamos a retroceder, a cambiar”, dijo la presidenta y agregó que “estas ideas, estas conquistas, no pertenecen a una presidenta ni a una fuerza política".

Sobre el escenario se los pudo ver a los sindicalistas de la rama docente Hugo Yasky y Roberto Baradel, quienes criticaron a la Presidenta tras su discurso en la Asamblea Legislativa cuando cuestionó a los docentes.

El sciolismo también estuvo presente. Encabezados por el Jefe de Gabinete, Alberto Pérez, funcionarios del gobierno provincial movilizaron hacia el Estadio. Sobre el escenario, el Gobernador ocupó la segunda fila de sillas, mientras que Gabriel Mariotto estuvo en la primera fila. El detalle generó algunos cruces e ironías en las redes sociales.

La Presidenta recordó la jornada anterior a la elección de 2003, dijo que su hijo Máximo, le recordó que la noche anterior encontró en la mesa "un papel escrito por su padre, con dos números: uno decía el 24% y otro el 22% y es lo que nos habilitó para ir a la segunda vuelta".

Cristina afirmó que ese día le preguntaron "qué iban a hacer si no hay segunda vuelta y cómo van a hacer para gobernar un país tan quebrado institucionalmente si no les dan segunda vuelta para legitimar la elección".

Recordó que, en esa oportunidad, contestó "que si no nos daban la segunda vuelta, la legitimidad la íbamos a construir a fuerza de políticas que fueran orientadas a marcar el destino y cambiar el destino histórico de la Argentina".

“Con un 22% había legalidad pero faltaba legitimidad pero nos sobraba coraje y lo que teníamos que tener para dar vuelta la taba de la Argentina", afirmó.