La ofensiva del kirchnerismo contra el juez federal Daniel Rafecas, que investiga al vicepresidente Amado Boudou, tomará forma de denuncia expresa por "mala conducta" el lunes en el Consejo de la Magistratura, según señala el diario La Nación.

La va a presentar Hernán Ordiales, el representante del Poder Ejecutivo en el cuerpo que controla el desempeño de los jueces, decide si los sanciona y abre los procesos de juicio político. "Existe una actitud irregular del juez al dar información sobre la causa y tener una conducta incompatible con la imparcialidad que debe tener todo magistrado. Hay que investigarlo", afirmó ayer Ordiales a La Nación.

Ordiales dice que nadie en el Gobierno le dio la instrucción, pero que las declaraciones públicas del vicepresidente son de una entidad tal que el Consejo no puede desoírlas. Relata que lo conversó con otros consejeros kirchneristas y que estuvieron de acuerdo. La oposición en el Consejo, en cambio, sospecha que esto es sólo una maniobra del Gobierno para desacreditar al juez que investiga a Boudou.

De los 13 integrantes del Consejo, seis son kirchneristas y en votaciones clave, el oficialismo ha logrado sumar a varios aliados. No obstante, la embestida contra Rafecas no parece un objetivo fácil: abrir un juicio político contra un juez requiere una mayoría de dos tercios, es decir, los votos de nueve miembros del cuerpo. En este caso, las primeras señales del arco no kirchnerista son adversas a las intenciones del Gobierno.

El vicepresidente acusó anteayer a Rafecas de ser parte de una "mafia judicial", de haber hecho de su juzgado una "agencia de noticias" y de haber dado un inexplicable giro: según el vicepresidente, primero parecía querer "ayudar" y ahora busca perjudicarlo, "urdiendo un plan" para ligarlo a los directivos de la nueva Ciccone.

En aquella supuesta primera etapa, el vicepresidente dice que el juez le mandó un mensaje de texto a un abogado ligado a José Núñez Carmona (íntimo amigo y socio de Boudou) recomendándole qué hacer.

Boudou sostuvo: "Rafecas enviaba mensajes de texto a un abogado vinculado a Núñez, el señor Ignacio Danuzzo, diciéndole: «Che, salgan con la nota que eso no pasa nada», por mensaje de teléfono, un juez a un abogado". Y dijo además: "Hasta ahí pensaba: «Bueno, quiere ayudar, está mal, no está bien, pero el juez quiere ayudar»". Después, según Boudou, se dio cuenta de que Rafecas en verdad buscaba perjudicarlo.

Ordiales anunció que en su denuncia acompañará las notas periodísticas sobre las acusaciones, pero que además va a pedir una serie de medidas de prueba, como la versión taquigráfica de los dichos de Boudou y, tal vez, la citación como testigo del abogado mencionado por el vicepresidente. Según fuentes de Comodoro Py, se trata de un hombre que trabajó en Tribunales y que tiene acceso a mucha gente de la Justicia.

Las supuestas irregularidades del fiscal y las referencias de Boudou al presunto tráfico de influencias del estudio del que son socios la mujer y el hijo del procurador general, Esteban Righi, no están dentro del ámbito de competencia del Consejo. Ordiales dijo: "El Consejo tiene amplias facultades para investigar y si surge mala conducta del fiscal o el procurador, todo se remitirá a los órganos competentes".

En concreto, ¿qué se le imputa a Rafecas? "Se van a investigar las declaraciones del vicepresidente y todo lo que lo rodea, y se definirá la imputación cuando se lo cite", dijo Ordiales.

Los representantes de la oposición dentro del Consejo cuestionaron la denuncia. "Es todo una estrategia para impedir que el juez investigue", dijo el senador radical Mario Cimadevilla. Según él, no hay nada que se le reproche al juez que tenga relación con las medidas tomadas en la causa.

Ricardo Recondo, representante de los jueces en el Consejo, también criticó la ofensiva: "No es la forma de defenderse, invadir y denostar al Poder Judicial, que está actuando".