El Gobierno no tuvo problemas en ratificar el dictamen del proyecto para pasar a la Ciudad de Buenos Aires el subterráneo, el tranvía y 33 líneas de micros. Mañana lo convertirá en ley durante una sesión especial.

Como en el Senado, consiguió el apoyo en general de la UCR, que de todos modos exigió que la transferencia de micros y del tranvía sea con una compensación tarifaria, similar a la contemplada para los subterráneos en el convenio firmado el 3 de enero entre la Nación y la Ciudad.

El artículo primero del proyecto ratifica ese convenio, el segundo establece formaliza el traspaso de subtes y lo amplía al tranvía y las 33 líneas de micros que pasan por la Capital Federal y el tercero ratifica los plazos del convenio por los subterráneos.

El debate de hoy se dio en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Asuntos Municipales, Transporte y Presupuesto.

Fue coordinado por la kirchnerista Diana Conti, presidente de la primera de ellas, y de a ratos por Gladys González, del Pro, titular de la de Asuntos Municipales y una de las pocas de su bloque que no fue vapuleada.

Sin representantes en el Senado, el macrismo reservó su defensa en diputados y lo hizo con un reclamo de transferencia de todos los servicios a cargo de la Nación pero con recursos, como establece el inciso 2 del artículo 75 de la Constitución.

Para el Gobierno eso no corresponde en caso de los micros porque el servicio está privatizado y no tiene activos físicos en manos del Estado.

La defensa del Pro la comenzó Pablo Tonelli (“el gobierno no cumplió al quitar la policía federal de las estaciones”, se limitó a decir) y continuó con largas alocuciones de Gabriela Michetti y Laura Alonso, rebatidas por casi todos los bloques.

La ex vicejefa de Gobierno fue la más golpeada y perdió los estribos en un momento al gritar sobre el discurso de Roberto Feletti, el ex secretario de Política Económica de la Nación.

“Estamos frente al inevitable fracaso del servicio de subterráneo, colectivos y trenes por falta de inversión ante las cifras elocuentes del crecimiento económico del país”, comenzó Michetti. La hilera de diputados k la aplaudió con ironía por haber admitido que el país creció.

“Sí lo reconozco”, se juctó. Y siguió con una definición poco menos que generalista: “La actitud del Ejecutivo para con el gobierno de Macri se debe a razones estrictamente políticas. Para querer dificultarle la gestión a la Ciudad con vista a las próximas elecciones”, simplificó.

Feletti le había pedido varias veces una interrupción y cuando tuvo la palabra se despachó contra las promesas incumplidas de Macri.

“¿Dónde están los 1.700 millones de pesos contemplados para obras en infraestructura de los subterráneos?”, se preguntó. Y pidió conocer “los 10 kilómetros de subterráneos por año que Macri había prometido en campaña”.

Feletti recordó el aumento de tarifas de subtes dispuesto por Macri “sin dar ninguna explicación” y reclamó que la Ciudad aborde “un plan integral de transporte para producir una articulación eficaz en la materia”.

Michetti enfureció y se despachó con acusaciones de corrupción lo que obligó a Conti a hacerla callar. La calma la puso Federico Pinedo, jefe del bloque Pro, quien consiguió el micrófono y acuso a Feletti de no defender a la Ciudad que lo eligió.

Carlos “Cuto” Moreno tiraba bocadillos. “La platita, ¿Dónde está la platita que iban?, bromeaba, apuntando su mirada hacia los diputados del Pro y en referencia a los 1700 millones citados por Feletti. El subte contempla una inversión anual para la Ciudad de 360 y el de micros de 87.

Ricardo Gil Lavedra, jefe del bloque radical, ratificó la aprobación en general del dictamen de mayoría, como ocurrió en el Senado, pero aclaró que solicitará que la transferencia de micros sea " con un subsidio que se extienda al resto de las provincias argentinas".

“No existió política de transporte en nueve años, y que ahora quiere sacarse subsidios que no está en condiciones de seguir manteniendo", acusó a la Nación.

El ex camarista tampoco evitó palos al Pro al rechazar la idea de transferir también el juego a la órbita de la Ciudad al recordar el acuerdo que Macri tiene con Cristóbal López, el empresario del juego amparado por el Gobierno.

En la sesión de mañana, los diputados radicales agregarán como propuesta la puesta en funcionamiento del Ente Coordinador del Transporte Metropolitano (ECOTAM), creado por ley pero que nunca comenzó a funcionar.

Laura Alonso fue la última Pro en hablar y recibió golpes varios por un discurso que no citó competencias y responsabilidades, sino que se limitó a la utilidad y eficiencia del transporte público.

“Lo que la Presidenta trata, con este proyecto, es discriminar al resto de la población que no tiene auto. Esta es el progresismo peronista que habla de inclusión social", consideró. Y estimó que "el incremento del parque automotor se debe al fracaso del servicio público de pasajeros".