Era previsible pero no deja de sorprender cuando ocurre. El líder de la CGT cruzó e toda la línea la decisión del gobierno de solicitarle a la justicia que le quite la personería gremial al sindicato de técnicos aeronáuticos que lidera Ricardo Cierielli, enfrascado en una lucha sin cuartele contra el camporista titular de Aerolíneas Argentinas.

El pronunciamiento es particularmente sugestivo porque Recalde llegó a ese cargo por su amistad con Máximo Kirchner, pero también como un gesto hacia Moyano ya que el padre del joven funcionario es el diputado y principal asesor jurídico del camionero, Héctor Recalde.

Pero la movida de Moyano era previsible y se enmarca en el conflicto de fondo que tiene con Cristina Kirchner y su diagnóstico de la próxima etapa del kirchnerismo: "Ahora vienen por el movimiento obrero", razonan cerca del camionero. Y en ese sentido permitir sin decir nada que el gobierno intente quitarle la personería a un sindicato, sentaría un precedente gravísimo para Moyano y el resto de la CGT.

"Hoy van por Cirielli y mañana vienen por nosotros", sintetizó a LPO un dirigente gremial, que reconoce que la relación de Moyano con Cirielli tiene sus rispideces (ver nota adjunta), pero que se dejan de lado ante esta "contradicción principal" que se está dando con la Casa Rosada.

En ese marco, Moyano eligió la formalidad de un comunicado para manifestar su rechazo al accionar del Gobierno, una manera también de "institucionalizar" su posición política.

"La CGT manifiesta su rechazo a la iniciativa de plantear la suspensión de la personería gremial de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), e insta a que se utilice el diálogo social para superar los diferendos que puedan existir entre la conducción de la empresa y los trabajadores", comienza el comunicado de tres párrafos que lleva las firmas de Moyano y los gremialistas Julio Piumato (judiciales) y Juan Carlos Schimd (Dragado y Balizamiento).

El texto es la primera reacción de la CGT desde que estalló la disputa entre el Gobierno y el gremio que lidera el ex subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli y que ayer incluyó una nueva reprimenda de Cristina a los gremios.

Ayer, Cirielli había recibido el respaldo de la Confederación Argentina de trabajadores del Transporte (CATT), un agrupación creada por Moyano como retaguardia en caso de que tenga que dejar la CGT y que desde lo formal la preside el taxista Omar Viviani.

El comunicado difundido no se priva incluso en trazar un paralelismo entre las últimas decisiones del Gobierno respecto a Aerolíneas y las que tomó el gobierno de la Alianza.

"No podemos olvidar que fueron los trabajadores, y en especial los técnicos aeronáuticos, los que más lucharon cuando Aerolíneas era absurda e indecorosamente vaciada durante los gobiernos neoliberales de Menem y De La Rúa", afirma la CGT.

Para luego recordar que Patricia Bullrich, ministra de Trabajo de la última fase de la administración de De la Rúa "pretendió llevar a delante una medida similar" a la que realizó ayer el ministro de Trabajo Carlos Tomada, cuando solicitó a la justicia laboral que le quite la personería gremial a APTA.