La crisis desatada entre el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde y algunos gremios aeronáuticos motivó que el fin de semana la presidenta Cristina Kirchner actuara y decidiera cortar por lo sano. Con el decreto 1840/2011, publicado hoy en el Boletín Oficial, transfirió el control operativo de los servicios de navegación a la Fuerza Aérea y le quitó esa potestad a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

El blanco del ataque es la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) que conduce Ricardo Cirielli, gremio que, tras una medida de fuerza catalogada como “encubierta” por el Gobierno, logró que Aerolíneas Argentina cancele y reprograme decenas de vuelos el fin de semana.

No obstante, el traspaso también afecta al resto de los controladores alineados en la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) que en su momento festejaron la salida de la órbita militar y el pase al ámbito civil. Para el titular del sindicato, Omar Torres, la medida tomada por Cristina “va a descomprimir la situación” aunque criticó que no los hayan “escuchado antes”. “Hace tiempo pedimos la salida de la gente de Cirielli, esto se veía venir”, recalcó


¿Cuál es la situación de los controladores luego del decreto de la Presidenta?

La situación es bastante compleja más allá de que nosotros no generamos esto. Todas estas cuestiones las veníamos avizorando desde hace bastante tiempo, es más, a comienzos de año presentamos una nota al Ministerio de Trabajo diciendo que Cirielli y su sindicato de mecánicos nada tenía que ver en nuestro ámbito y que los únicos representantes estatutariamente éramos nosotros. En abril hubo una situación que nos cambió la historia, personal militar pasó a la dotación del personal civil bajo la órbita de la ANAC y querían guerra. Desoyeron nuestro mensaje, se unieron a las huestes de Cirielli y el resultado está a la vista.

- El regreso a la órbita civil fue muy festejado por los gremios ¿Se pudo haber evitado el traspaso?

El viernes hubo una conciliación obligatoria, nosotros acatamos aunque no estábamos involucrados en los hechos en sí mismos. La situación hizo que las máximas autoridades se trasladaran hacia Ezeiza porque el foco estaba en centro de control de vuelo nada más, las torres no tenían nada que ver. El mismo viernes le hicimos llegar una nota a la Presidenta donde apoyábamos este proceso y por ende a la gestión y que estábamos en condiciones de hacernos cargo del sistema en tanto y cuanto se desplazara a estos 18 sediciosos que causan el problema. Fíjense que de 900 controladores, sólo 18 son los que traen problemas.

-¿Cómo es la composición sindical de los controladores?

A nivel país hay unos 900 controladores, de los cuales un grupo importante -unos 500- era de extracción militar pero aceptaron voluntariamente pasarse al ámbito civil a partir de abril. El 95 por ciento de los controladores en Ezeiza son afiliados nuestros. Cirielli dice que tiene unos 200 controladores pero desestimo totalmente esa cifra, no se si llegan a 100 y no todos son controladores. Verdaderamente, nuestros compañeros están rechazando esta política.

Paralelamente, está la Asociación Profesional de Controladores Aéreos (APCA) pero forman parte de nuestro directorio desde mayo de este año.

-¿La medida que tomó Cristina el fin de semana los perjudica?

-Todo el sistema de tránsito aéreo pasa a la Fuerza Aérea. Voy a intentar reunirme con el brigadier Marcelo Ayerdi, las relaciones son excelentes y creo que esto va a descomprimir alguna situación tensa en lo inmediato. Vamos a ver si haciendo un trabajo como corresponde podemos lograr lo que dice el decreto de que esto vuelva a la ANAC. No se cuál será el destino de estos 18 muchachos.

-Entonces el gremio está de acuerdo con el traspaso nuevamente…

-En principio, si es por el término de un año, aceptaríamos más allá de nuestra voluntad de que el sistema no salga de la aviación civil. Es una forma de que después haya algo más ordenado aunque pedimos que nos escuchen. Si nos hubiesen escuchado esta situación no habría ocurrido. El 18 de marzo estuvimos reunidos con el ministro de Defensa (Arturo Puricelli) y le explicamos encarecidamente que estos señores no sean traspasados al ámbito civil sino que le den un destino en la Fuerza Aérea. Aceptó de buen agrado los fundamentos pero después el vínculo de Cirielli con Julio De Vido aparentemente hizo que el sistema no cambiara. A las pruebas me remito, a escasos meses el conflicto está al límite.

-¿Hubo algún otro pedido al Gobierno?

-Luchamos 40 años para que el sistema vuelva a la aviación civil, como fue en un principio. Somos responsables, conocemos a la gente, llevo 27 años como secretario general y se hasta el pensamiento de los compañeros. Estoy convencido de que si la Presidente hacía lugar a la nota, esto no pasaba. Nos podríamos haber hecho cargo nosotros, lo único que pedíamos era que separen a los 18 controladores y supervisores que iniciaron el conflicto.

-El gremio siempre tuvo buen diálogo con el oficialismo, ¿esto puede llegar a poner una piedra en el camino?

-No, en absoluto. Con el Gobierno nuestro diálogo va a continuar y apoyamos el proyecto nacional y popular. Reconocemos lo que hizo el doctor Néstor Kirchner para la transferencia al ámbito civil y vamos a seguir apoyando. Comprendemos que el gobierno tome medidas trascendentales porque esto es un problema hasta internacional. Nosotros no queremos una caza de brujas, sólo que se cumplan nuestras recomendaciones, dándole un nuevo destino a los trabajadores que no entendieron el mensaje.

-¿Qué análisis hace de la actuación de Cirielli a todo esto?

-Lo de Cirielli es lamentable. Es una persona nefasta para el movimiento obrero aeronáutico, tiene problemas con el personal jerárquico de UPSA, tiene problemas con Ricardo Fresia (Aeronavegantes). Nosotros formamos parte de la Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte y nosotros mismos nos oponemos a que la integre. Él usó a los controladores para forzar una situación personal que tiene con Aerolíneas y está jugando un partido distinto.

-¿Cirielli va por la reprivatización de Aerolíneas?

-El destino final de todo este accione tiene esa motivación. No tengo trato con él, no conozco su pensamiento pero a través de sus declaraciones entiendo que va detrás de un interés personal. Quiere que pase todo a manos de Aeropuertos Argentina 2000, el desde ahí puede manejar este negocio. Está enfrentado con el Gobierno desde que se fue de la CGT y se unió a Luis Barrionuevo, que tiene gran responsabilidad en este conflicto. Sabemos que responden al Cabezón Duhalde, son políticas de confrontación y no de diálogo, como queremos nosotros.

-¿Qué opina de la gestión de Mariano Recalde al frente de Aerolíneas?

-Me reservo la opinión respecto al doctor Mariano Recalde porque no soy parte de Aerolíneas. Represento al sector estatal en materia de aeronáutica, el resto es de las empresas aerocomerciales y no es un área que me compete.