El proceder contradictorio del kirchnerismo en la Legislatura porteña quedará al desnudo en los primeros días de la semana que viene, cuando se superpongan los acuerdos que tiene con el PRO con la pelea de los docentes, el tema que más enfrenta al interbloque de Juan Cabandié con el macrismo.

El interbloque kirchnerista reúne a un grupo de diputados emparentados al mundo sindical que están fuertemente enfrentados con el PRO por la propuesta que deroga las Juntas de Clasificación Docente, a tal punto que acusan al gobierno porteño de atentar contra la democracia.

En ese sentido seguirán manifestándose el martes, cuando la comisión de Educación intente reanudar el cuarto intermedio que se pidió hoy por los desmanes que se produjeron en el Palacio Legislativo y dejaron varios heridos.

Pero tanto el mismo martes como el día anterior, el kirchnerismo deberá mostrarse estrictamente alineado al PRO para mantener los acuerdos que defienden sus intereses en los organismos de control de la Ciudad.

Es que el lunes se realizará la sesión especial para designar a los tres miembros del Consejo de la Magistratura que propone la Legislatura. Y como ya explicó este medio, el interbloque propone a Juan Manuel Olmos –presidente del PJ porteño–, acompañando las postulaciones de los macristas Sebastián Destéfano y Laura Grindetti, que será reemplazada en dos años por Agustina Olivero Majdalani.

Y el martes, el kirchnerismo atacará y acordará con el PRO casi en simultáneo, puesto que además de la reunión por el tema de los docentes, se realizará ese día la audiencia pública para analizar los postulantes para la Auditoría General de la Ciudad.

Allí, el kirchnerismo aspira a colocar a 3 de los 7 auditores y sólo lo podrá hacer con la complicidad del PRO y la Coalición Cívica, desbancando de esa manera a Proyecto Sur, que llegó tarde con los papeles para presentar a sus candidatos. En la audiencia pública, el interbloque dará luz verde a la impugnación de los postulantes del partido de Pino Solanas, en acuerdo con el PRO.

Como el manotazo de ahogado, Proyecto Sur le está pidiendo a la Coalición Cívica que no avale las impugnaciones de Marcelo Parrilli y Pablo Sanseverino y a cambio, votarán por la candidatura de Diana Maffia para la Magistratura. Maffia se conformaría igual con un lugar secundario en el organismo que designa y remueve jueces.

Cronograma de rosca

Todas estas negociaciones tienen el condimento del tratamiento del Presupuesto 2012, que llegará al recinto el próximo 17 de noviembre y que sería aprobado sin mayores complicaciones para el macrismo.

El corolario de estos acuerdos se dará el 6 de diciembre, cuando se realice la sesión preparatoria para el recambio legislativo del 10 de diciembre. Allí se elegirán las nuevas autoridades del parlamento porteño.

Ya está definido que el vicepresidente primero será el actual jefe de bloque del PRO, Cristian Ritondo, que además logrará designar al secretario administrativo –el que maneja la caja–, que será el contador Marcelo Sosa.

También está prácticamente concretado que Julio Raffo, de Proyecto Sur, será el vicepresidente tercero, en lugar del saliente Sergio Abrevaya, de la Coalición. De esta manera, Raffo bajará un puesto en el escalafón de autoridades –actualmente se desempeña como vice segundo– puesto que Proyecto Sur dejará de ser la segunda fuerza ante el armado del interbloque kirchnerista.

Pero la incógnita ahora recayó en la definición de la vicepresidencia segunda, que parecía asegurada para el ex líder de la Juventud de Peronista en los setenta, Juan Carlos Dante Gullo.

Es que el ex jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, tiene intenciones de acaparar el puesto y dice que le corresponde, más aún teniendo en cuenta que su postulante para desembarcar en el Consejo de la Magistratura, Laura Morresi, quedó afuera de la negociación para darle el lugar al macrismo.

El ibarrismo también deposita sus expectativas en lo que pase en la Auditoría, donde espera colocar a Eduardo Epszteyn, aunque la pelea por los tres lugares que el kirchnerismo quiere en ese organismo de control tiene un final abierto.