Las elecciones de Vicente López se han convertido en una extravagante competencia entre el intendente Enrique “Japonés” García y el candidato del Pro, Jorge Macri, por ver quien logra bajar más candidatos.

Es verdad que esta particular dinámica política la disparó el “Japonés” García, quien a fuerza de llorarle la carta a Cristina Kirchner sobre la catástrofe que sería que el municipio quede en manos de Jorge Macri –que le ganó las primarias del 14 de agosto-, logró que la Presidenta presionara para que se bajaran el candidato sciolista Leo Rial y el sabbatellista Julio Cereso.

Este movimiento fue respondido por Macri, quien logró que Alberto Rodríguez Saá bajara a su candidato en el distrito, Arnaldo Bresciani; y luego hiciera lo mismo Patricia Bullrich que bajó a Luis Parodi, abriendo una crisis en la Coalición Cívica, que todavía continúa.

Pero ahora, el “Japonés” García quiere desempatar y va por el premio mayor: la postulación del radical Norberto Erro, formalmente candidato de la alianza entre Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez, pero en los hechos, un hombre del vecino intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

En el entorno de Erro se apresuraron a desemntir a LPO cualquier posibilidad de que se baje su candidato: "Norberto va seguir su campaña, lanzó hace poco una campaña en vía publica. Está doblando los esfuerzos, tiene una postura distinta de la de Macri. No se va a bajar, no tiene la relación con la política que tienen otros. No hay ningún acuerdo millonario", afirmaron.

Sin embargo, en Vicente López lo dan como un hecho. Se trata de la operación política más costosa que encaró García, que arrastra viejas cuitas con su ex correligionario Posse, entre otras, los posicionamientos frente al gobierno nacional. García es hoy un radical k, mientras que Posse supuestamente está en la oposición.

De ahí, la extrañeza de la jugada que no puede explicarse desde la política. En Vicente López, recuerdan además que Erro y García tienen una historia en común de negociaciones inconfesables.

Por caso, en el municipio todos recuerdan la infame sesión del Concejo Deliberante de la navidad del 2004 -cuando Erro era un hombre de García y presidía el cuerpo-, en la que se aprobaron a libro cerrado cantidad de “excepciones” inmobiliarias, incluida la del polémico vial costero.

Esa madrugada el lobby de las constructoras se hizo sentir y los concejales aprovecharon la distracción de los vecinos por las fiestas, para hacer la faena.

Ahora, la incomprensible decisión de Erro de retirar su candidatura -si se confirma- proclamando la necesidad de votar a García para impedir que Macri se alce con el triunfo, hizo revivir una historia común de negocios y política.

La decisión de Erro dejaría además en una posición incomodísima a De Narváez que hasta hace muy poco integraba con Jorge Macri Unión Pro. De hecho, el empresario ya había iniciado un camino de acercamiento al bajar a su candidatida a conceja Silvia Romero para apoyar a Macri.