El Consejo de la Magistratura de la Ciudad es, además del organismo que propone jueces porteños y tiene la facultad de removerlos, una buena fuente para que el oficialismo cierre acuerdos con la oposición.

Según establece la Constitución de la Ciudad, el Consejo de la Magistratura está integrado por nueve miembros, tres de ellos elegidos por la Legislatura con el voto de las dos terceras partes, es decir, con el aval de 40 de los 60 diputados que la integran.

Esos tres consejeros, que tienen mandato por cuatro años, son ansiados por todas las fuerzas políticas y utilizados por el gobierno de turno para devolver cortesías o iniciar acuerdos con otros sectores.

La próxima renovación del Consejo no escapará a esa lógica y desnudará una vez más el acuerdo existente entre el kirchnerismo y el macrismo. Es que el como pudo saber este medio, dos de los tres consejeros ya estarían definidos, por más que nadie se atreva a afirmarlo oficialmente.

Como había adelantado LPO, Daniel “el Tano” Angelici, el socio de Macri en Boca y en el juego, ganó la pulseada interna en el PRO y logrará colocar a un hombre suyo. Se trata de Sebastián “El Enano” De Stéfano, que ya fue consejero en el período 2002-2006 y tiene su puesto asegurado en la nueva conformación del Consejo de la Magistratura.

El perdedor es el diputado Martín Borrelli, que deberá abandonar la Legislatura en diciembre y tenía aspiraciones de ocupar ese lugar con el respaldo de Gabriela Michetti y de buena parte del PRO.

La presión de Angelici también surtirá efecto para la designación del segundo consejero. El Tano acuerda también con la candidatura para el cargo de Juan Manuel Olmos, actual presidente del PJ porteño, a quien impulsa el kirchenrismo.

Sin embargo, ahora a Angelici enfrenta una presión inesperada: el jefe del bloque PRO, Cristina Ritondo, exige para apoya la designación de De Stéfano que en el mismo momento se designe al nuevo vicepresidente de la Legilatura, cargo que pretende.

Es que Angelici quiere que continúe en esa posición Oscar Moscariello y libra una dura interna con Ritondo, en la que Macri por ahora permanece ajeno y no ha dado su definición. Ritondo obtura la resolución del Consejo de la Magistratura, hasta tanto Angelici no acompañe sus propias aspiraciones.

Como sea, el nombre de Olmos ya estaría consensuado aunque el propio Mauricio Macri era quien más se oponía a su designación, porque temía que "El gordo maneje toda la justicia" porteña y lo martirice desde ese poder. Sin embargo, gracias a las gestiones de Angelici habría levanado su veto.

De esta manera, el desembarco de Olmos en el Consejo encajará con la estrategia que se trazó el kirchnerismo para reorganizar al PJ en la Ciudad. Es que al pasar al Consejo de la Magistratura, Olmos dejaría vacante su lugar de presidemnte del Pj -los cargos son incompatibles- y el candidato a vicepresidente podría cumplir con su sueño de presidir el PJ porteño.

La pelea por el tercer lugar

Con los desembarcos de Olmos y De Stéfano prácticamente asegurados, la pelea más fuerte se está dando por la designación del tercer consejero.

Antes de las elecciones porteñas, ese puesto parecía reservado para la oposición. Pero tras el 64 por ciento que sacó Macri en el ballotage, en el PRO se entusiasman con colocar también al tercer consejero.

Como se debe respetar el cupo femenino, en el macrismo aspiran al ingreso de Laura Grindetti, hija del ministro de Hacienda de la Ciudad que ya trabaja en el Consejo.

El PRO, que actualmente tiene 24 legisladores, tendría asegurado el apoyo de los diputados necesarios, puesto que contaría con el apoyo de los cuatros diputados del kirchnerismo, los cuatro ibarristas los tres peronistas más Diego Kravetz, los dos de Nuevo Encuentro, los dos de la UCR, los dos de Unión Federal y uno del socialismo.

Incluso sin el apoyo de la Coalición Cívica podría colar el tercer consejero sin inconvenientes. Aunque la idea del macrismo no es propiciar un eje que se oponga a la maniobra, encabezado por Proyecto Sur, que pese a ser por el momento la segunda fuerza en la Legislatura, se quedará afuera de la discusión.

Es por eso que aún no se desestima la posibilidad de otorgarle el tercer consejero a la Coalición Cívica, que pese a la pésima elección que tuvo en la Ciudad, aún conserva 6 diputados.

Esa es una suma nada desdeñable para la votación de cualquier proyecto que quiera ver aprobado el PRO de aquí a fin de año, más aún teniendo en cuenta que ante el retiro de Elisa Carrió, algunos legisladores de su bancada podrían pasarse al macrismo o al menos funcionar como satélites.

De esta manera, quien pica en punta en la oposición para el tercer puesto es la legisladora de la Coalición Diana Maffia, que también deberá abandonar su banca en diciembre.

Aunque Maffia no entró en la lista de candidatos que se presentó en octubre del año pasado, los legisladores podrían superar ese obstáculo con una simple maniobra: podrían abrir el plazo para postulación de candidatos por 24 horas y de esta manera la diputada entraría en la lista.

Cualquiera de estos dos caminos posibles dejaría a Aníbal Ibarra sin chances de colocar a la ex diputada Laura Morresi, de su entorno y otra de las mencionadas para el cargo. En este caso el kirchnerismos e llevaría dos lugares, pero a cambio apoyarían al candidato que elija el Pro para presidir el Superior Tribunal de la Ciudad, que continúa vacante.