El secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno se mandó una de las clásicas maniobras que lo caracterizan, a diferencia que, en este caso, el hecho cuenta con la gravedad de que lo hizo en plena campaña electoral por la presidencia de la Nación.

Sucede que el cupo de exportación de trigo 2010/11 por 400.000 toneladas que autorizó con bombos y platillos la semana pasada el Gobierno nacional, fue distribuido de manera discrecional y arbitraria por parte del funcionario kirchnerista.

Así, Moreno decidió que unas 300.000 toneladas del cupo exportable las comprarían las empresas agroexportadoras a Agricultores Federados Argentinos (AFA), a Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), y a productores de Carmen de Patagones.

La medida anunciada por el secretario generó la furia del sector agropecuario que salió con los tapones de punta a criticar la arbitrariedad y el manejo empleado por Moreno en el mercado de trigo (totalmente distorsionado por la intervención oficial).

En diálogo con La Política Online, el vicepresidente de CRA, José Carlos Basaldúa, dijo que “las consecuencias de este tipo de medidas son muy graves porque eliminan los mercados institucionales y con ello la formación de un precio real”.

“El exceso de intervención ha sido una decisión irresponsable, sesgada por una visión teñida de ideologías totalmente anacrónicas en un mundo necesitado de alimentos y nuevas energías renovables”, añadió Basaldúa.

Otro dato que puso los pelos de punta de los dirigentes del campo es que solamente podrán vender trigo a las exportadoras aquellos productores que cosecharon hasta 500 toneladas (algo extremadamente complejo de determinar).

Por su parte, desde la Sociedad Rural también criticaron duramente la medida. “Estas decisiones han sometido a todo el sistema a una distorsión de los márgenes de rentabilidad”, advirtió un directivo de la entidad.

“Mientras se siga con el sistema de discrecionalidad, los productores seguirán sin poder vender al precio real y verán desalentada su siembra. Es insólito que haya un funcionario que determine quien vende, quien compra y qué precio”, apuntó la fuente.

Pero las críticas a Moreno no sólo fueron de los funcionarios, sino también de las entidades comerciales, como la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), cuyo presidente, Christian Amuchástegui, dejó algunas impresiones a LPO.

“La asignación discrecional y direccionada de permisos de exportación no resuelve la situación del mercado de trigo ya que no se generan las condiciones de competencia entre los compradores”, explicó el titular de la entidad rosarina.

“Cuando a determinadas firmas se les asignan discrecionalmente autorizaciones de exportación luego, al momento de comprar los granos, no tienen con quién competir ya que la oferta no encuentra otra vía para canalizar sus operaciones”, agregó.

También hasta hubo reclamos por parte de los supuestos beneficiados. En este sentido, el presidente de la Sociedad Rural de Carmen de Patagones, Gerardo Pickempack, dijo que “desconfío que podamos cobrar el precio FAS teórico que establece el Gobierno”.

Desde AFA y ACA (cooperativas vinculadas a Federación Agraria y Coninagro, respectivamente), en tanto, se mostraron con pocas esperanzas de que la exportación compre realmente las 300.000 toneladas establecidas por Moreno.

Según pudo averiguar este medio, unas 150.000 toneladas serían compradas a AFA, mientras que unas 100.000 serían a ACA y las 50.000 restantes a los pequeños productores de Carmen de Patagones.

En este sentido, los ministros Amado Boudou y Julián Domínguez que anunciaron la medida, ratificaron que “el objetivo es poner en pie de igualdad a todos los productores”, justificando la prioridad que tendrán AFA y ACA en el cupo triguero.

Cae la siembra

En este contexto, un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimó que finalmente el área de siembra de trigo 2011/12 se ubicará en 4,6 millones de hectáreas, una cifra 2% inferior a la registrada durante la campaña pasada.

A la fecha el avance de siembra del cereal es del 94%, habiéndose cubierto en consecuencia alrededor de 4,28 millones de hectáreas. El mismo informe técnico atribuye la caída a los problemas de comercialización presentes en el mercado.

“Muchos productores están optando por la cebada como alternativa para la siembra de invierno. El producto con un mercado mucho más chico continua ganando adeptos frente al trigo que encuentra muchas limitaciones en su comercialización”, señala.