Nota: en mi comentario consigné "Neuquén", cuando debía decir "Río Negro".
Solicito disculpas a los foristas.

Lo que se propone concretar el gobierno de Neuquén va mucho más allá de un acuerdo comercial. En realidad es LA ENTREGA LISA Y LLANA de parte del territorio provincial a un Estado extranjero. Y esto es así porque la empresa beneficiada no es una empresa privada sino estatal. Es decir, que detrás de ella están los intereses de un Estado ajeno, en este caso China, por sobre los de la Provincia y de la Nación. Puede hablarse de una entrega de soberanía, ya que no solo se enajenan tierras, sino se les asegura el recurso agua (aun a costa de los propios productores autóctonos) y un puerto marítimo sobre el Atlántico. Esto de por sí ya es suficientemente grave y ameritaría el inmediato juicio político y remoción del Gobernador que llegara a dicho acuerdo. Si aparte consideramos que serían tierras que se sustraerían de la producción de alimentos para consumo de la población local para destinarlas al monocultivo de soja (con todos los perjuicios que este cultivo conlleva) para uso exclusivo de la República Popular de China, ya entonces adquiere dimensiones de escándalo: no solo se afectaría la soberanía alimentaria (que hoy ha pasado a ser de importancia primordial en el Mundo) sino también se profundizaría la estructura primaria de la producción y la no industrialización, ya que los derivados de ese poroto China ya no necesitará importarlo al contar con la soja, de su exclusiva propiedad, producida en tierras que fueran de la provincia. Cualquier gobernante que sinceramente gobernara para el progreso de su provincia actuaría en forma totalmente opuesta: promovería una actividad agropecuaria orientada a asentar y aumentar la población rural (cambiar el régimen de tenencia de las tierras, favoreciendo el asentamiento de pequeños y medianos productores) por un lado, y por el otro, desarrollaría una industria basada en la producción agropecuaria así lograda, lo cual daría fuentes de trabajo, y con ellas aumento de la actividad económica y nivel de vida de la población (o sea, de sus coprovincianos). Pero no hay caso. Sería mucho pedir de un gobernante en la Argentina. La vocación de colonia sigue dominando el pensamiento de nuestras clases dirigentes.
Me permito sugerir la lectura del artículo publicado en la página web Opi Santa Cruz el 03 del cte. mes (http://www.opisantacruz.com.ar/home/2011/06/03/china-va-por-tierras-y-rios-de-la-patagonia/11985/comment-page-1#comment-124030).