El conflicto entre vecinos, el Municipio y Edesur por la instalación de la subestación eléctrica Rigolleau lejos de solucionarse, se agrava con el correr de las horas. El lunes, la Policía Bonaerense volvió a intentar desalojar a los manifestantes que se apostaban en 21 y 145 en una brutal represión que dejó como saldo 16 heridos y una detenida acusada de “tentativa de homicidio” contra un efectivo. Ahora, los vecinos insisten con que continuarán con el reclamo y hablan de un “estado de sitio” en el distrito que conduce Juan Patricio Mussi.

“Nosotros estábamos acampando en la vereda de 21. A las 3.30 de lunes hubo represión con dos cordones policiales. Obviamente, es una metodología que no significa desalojar, sino formarían un solo cordón. Lo que hicieron fue molernos a palos en forma violenta, hubo disparos de armas de fuego”, le dijo a LPO Nicolás, uno de los integrantes de Vecinos Autoconvocados por la Vida.

El resultado de la acción policial fue de 16 heridos. Uno de los vecinos sufrió la fractura de uno de sus brazos y otro fue internado con traumatismo de cráneo. De todos modos, los vecinos también denuncian una mala atención en el hospital Evita Pueblo.

“El desalojo fue un acto criminal, tienen que leer la orden de desalojo, dar un tiempo, y luego desalojar. No hubo orden y encima fue a la madrugada Las ambulancias no podían pasar, la policía no las dejaba. Acá hay una especie de estado de sitio que nos recuerda a las peores épocas de la dictadura”, siguió Nicolás.

Además, de los lesionados, la vecina Mónica Britos fue apresada con el cargo de “tentativa de homicidio” contra uno de los efectivos policiales aunque a las horas recuperó su libertad. La serie de acontecimientos motivó que la Asamblea tomara ayer pacíficamente el Municipio por unas horas.

“No hay diálogo con el Municipio. El único diálogo con Juan José Mussi- ex intendente y secretario de Medio Ambiente de la Nación- fue a través de una carta en las que no dice que la estación no contamina y que tenemos que ser pacientes”, señaló Nicolás.

Mientras, Edesur continúa con el cableado en la subestación que, según la empresa, “mejorará notoriamente la calidad de servicio y la posibilidad de desarrollo industrial en el municipio. Los vecinos insisten con el retiro del parque porque a una zona suburbana ya que el electromagnetismo de la planta podría causar graves enfermedades en la población de alrededor.