La Federación Agraria lideró un tractorazo en la localidad santafecina de Rufino, que se inició en la intersección de las rutas 33 y 8 y llegó hasta el acopio que Cargill, escenario ideal para que el titular de la entidad, Eduardo Buzzi, acuse al Gobierno de beneficiar a las multinacionales

“No faltará pan en la mesa de los argentinos; pero es necesario que inicie un camino de reconciliación con el interior productivo, estableciendo políticas que permitan incrementar la producción con más productores”, protestó Buzzi, en referencia a la crisis que atraviesa el mercado de trigo, uno de los motivos por los cuales el ministro de Agricultura, Julián Domínguez recibirá el miércoles a los integrantes de la mesa de enlace.

Otros dirigentes de la Federación Agraria presentes fueron el vice primero, Omar Barchetta; los secretarios gremial, Omar Príncipe y de Finanzas, Ariel Toselli y los directores Alfredo De Angeli, Pedro Peretti y Guillermo Giannasi. La crisis triguera fue uno de los motivos de la convocatoria. “Beneficia a las multinacionales en detrimento de los productores”, no dudó en afirmar Buzzi.

Y amplió. “El gobierno que viene permitiendo desde hace cinco años una fenomenal transferencia de recursos de los productores trigueros más chicos hacia la billetera de unas pocas empresas multinacionales”.

Ante 100 tractores y cientos de vehículos y productores que participaron de la protesta, definió el acuerdo entre Moreno y Cargill como “la versión del siglo XXI del pacto Roca – Runciman, nefasto para nuestro país”.

“Venimos siendo estafados desde hace cinco años, sino que también encarnamos el reclamo de millones de argentinos, que pagan los alimentos panificados cada vez más caros. Es decir, esta política perjudica no sólo a los productores sino también los consumidores, puesto que la riqueza que genera el trigo queda en manos de unos pocos”, protestó el titular de la Federación Agraria.

“No nos vamos a inclinar al altar del liberalismo económico, para que el mercado se arregle solo. Sí se deben abrir las exportaciones para mejorar el precio al productor triguero; pero también hacen falta son políticas de fondo, que garanticen la viabilidad de los miles de pequeños y medianos productores”, exigió.

Y pidió “una segmentación de las retenciones y hay que crear un organismo público-privado que transparente el comercio de granos, en reemplazo de la ONCCA”.

“Estado debe intervenir, pero de manera virtuosa, y no como hasta ahora, que lo único que hizo fue garantizar la concentración y las ganancias de unos pocos”, culminó el ruralista.