La foto perfecta: Mauricio y Juliana, esperando un hijo. Así lo imaginan muchos macristas que creen que este casamiento repercute favorablemente en el Jefe de Gobierno; y que ella aporta “la cuota de calidez” que él  siempre necesita. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esta lectura?

“Pasa que los porteños, en su mayoría, son “Gente” y “Caras”; y este casamiento es precisamente eso, la tapa de esas revistas”, asegura un dirigente del PRO que confía a ciegas en los beneficios que le podría reportar esta boda a un candidato que en las últimas semanas sufrió una caída en las encuestas.

“Negrita, única, mágica y hechicera”, le dijo Macri a Juliana Awada en el Civil, frente a las cámaras de televisión –el evento se transmitió en vivo por todos los canales, excepto el 7- mientras la miraba a los ojos. Una frase un poco cursi, pero inevitablemente llamativa en la boca del ingeniero.

Los integrantes del gabinete cuentan que realmente el Jefe de Gobierno “está muy enganchado” y admiten que aunque la Ciudad atraviesa un momento complicado porque la oposición no quiere sancionar el presupuesto, él se va a tomar dos semanas para su luna de miel. El destino sería la ciudad de Beirut, y habría sido elegido por el origen libanés de la familia de la novia.

Los más cercanos a los preparativos de la fiesta en Tandil confiesan que la decoración del evento será sencilla, que habrá mucho blanco y se buscará dar una imagen de simpleza. No es un dato menor que el último casamiento “del poder” para los argentinos fue el que protagonizaron en Anillaco, Carlos Menem y la modelo y conductora chilena Cecilia Bolocco. Una boda que no hizo más que sumar rechazo y escepticismo sobre el ex presidente.

La mirada de los analistas

Para la consultora Analía del Franco “cierto despliegue de sofisticación en el casamiento de Macri no sería necesariamente mal visto, porque la gente lo conoce como un empresario adinerado. Pero podría ser contraproducente si exagera, o si mezcla las cosas y en una misma nota habla de los temas de la Ciudad y de su vida privada”.

Según le dijo del Franco a LPO, “un casamiento como éste es bien recibido por la gente porque implica compromiso. Además, como en su momento lo hizo con Gabriela Michetti como compañera de fórmula, la cercanía de una mujer le aporta calidez a un político como Macri”. En el mismo sentido se expresó Rosendo Fraga, quien explicó que “al Jefe de Gobierno su actual romance con Awada es más lo que suma que lo que resta, porque además humaniza su imagen un tanto fría y distante”.

Cuando la fiesta en la estancia tandilense La Carlota y el viaje a Beirut ya sean parte del pasado, en aproximadamente un mes, Macri se reunirá con el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba y con su socio, Santiago Nieto. Allí recibirá un informe, con encuestas, y análisis de trabajos de focus group, que se encargarán en los próximos días. Para ese momento estará mucho más claro si existió o no y cuánto pesó realmente “el efecto Juliana” de cara a las elecciones.