Hasta horas antes del cierre, desde el bloque del PRO confirmaban que el candidato para integrar un lugar del Consejo de la Magistratura sería Sebastián De Stéfano, un hombre del “Tano” Angelici, que ya fue consejero en el período 2002-2006.

Sin embargo, a último momento, Mauricio Macri dio la orden de presentar también otra opción, fogoneada por el apoderado del PRO, José Torello y por el vicepresidente del Banco Ciudad, Juan Curutchet: una fórmula integrada por el legislador Martín Borrelli -cuyo mandato vence en un año, y quien ya no puede renovar su banca- acompañado por Laura Grindetti, como suplente; una postulación cuya presentación formal también llevó la firma del presidente del bloque Cristian Ritondo.

Esta incorporación “urgente” fue motivada por una nota del Jefe de Gobierno, que obligaba la postulación de más de un candidato titular, ante el temor de la impugnación de De Stéfano, actual director de la Corporación Buenos Aires Sur.

Es que el candidato de Angelici sufrió en 2004 un juicio político (junto a los entonces también consejeros María Celia Marsili, Magdalena Iráizoz, Diego May Zubiría, Carlos Rosenfeld y Bettina Castorino). Algunos de los hechos que abonaron la imputación de los funcionarios fueron: incompatibilidades, nombramiento de empleados sin concursos y administración incorrecta con relación a la cantidad de insumos que necesitan los magistrados. Hasta se denunció que el edificio que se había comprado resultaba no ser apto para el Poder Judicial.

Más precisamente, el 4 de noviembre de 2004, la Legislatura de la Ciudad decidió iniciar el juicio político a seis de los nueve consejeros y todos los diputados del PRO que ocupaban una banca en aquel momento, votaron por el enjuiciamiento.

En rigor de verdad, la candidatura de De Stéfano es defendida a ultranza por los tres radicales PRO del bloque, Martín Ocampo, Oscar Zago y Raquel Herrero. Pero también hay legisladores, como Helio Rebot -quien era diputado en 2004, y en aquel entonces fue uno de los que motorizó el juicio político junto a Jorge Enríquez- que puertas adentro, se niegan a darle su apoyo a esta postulación.

¿Podría el bloque votar dividido? Hasta hoy, nadie se anima a decirlo. Pero la doble candidatura complica en el interior del PRO, en un momento del año en que el oficialismo legislativo debe hacer frente a las últimas reuniones de la comisión investigadora y a su vez defender frente a la oposición, el presupuesto para 2011.