Al caer la tarde, una nota llegó a todos los despachos de los diputados que integran la comisión investigadora. Quedaron así formalmente notificados de que la reunión de mañana se suspendía “hasta nuevo aviso”, en virtud de la solicitud de reprogramación de fechas por parte de los testigos convocados.

No hubo sorpresa. Quienes participaron hoy de la reunión de la comisión, cayeron en la cuenta de que el escenario se había complicado. De arranque, los ocho testigos citados para esta mañana se excusaron de presentarse.

“Esto es un papelón. No vinimos acá a tomar café”, protestaba este mediodía, en el salón Montevideo, el legislador kirchnerista Juan Cabandié. Mientras tanto, los demás diputados opositores pedían la palabra para dejar asentadas sus críticas hacia los funcionarios del Ministerio Público Fiscal -el fiscal Germán Garavano y el secretario general Agustín Gamboa- quienes decidieron no presentarse ante la comisión.

Exultante en la inauguración de una obra hidráulica, Mauricio Macri dijo al respecto: "Será porque la comisión no les genera un marco de seriedad, los testigos saben que no están obligados a concurrir y tienen derecho a hacerlo".

En el mismo sentido, se expresó el diputado Martín Borrelli, para quien “la comisión nació mal cuando no respetó la proporcionalidad. Continuó mal con la designación de autoridades y la equivocación se profundizó cuando decidió no incorporar al reglamento interno el Código Procesal Penal, que le hubiera dado un marco legal más definido”.

Desde esta mañana, se sabía que había grandes chances de que los representantes de la Policía Federal -solicitados como testigos por el oficialismo- no se presentaran a su citación. “Si ni siquiera vinieron los empleados de la Ciudad”, comentaban algunos legisladores, en tono resignado, por los pasillos.

“Si la comisión no puede investigar, no sirve para nada, porque esta comisión no fue creada para el debate político”, se quejó el diputado Diego Kravetz (presidente del Bloque Peronista).

Producto tal vez de la desesperación, al ver que el proceso de investigación se transformaba en un barco cercano al naufragio, el legislador Julio Raffo (Proyecto Sur) presentó hoy un proyecto de ley que busca que los testigos citados estén obligados a concurrir ante el cuerpo, bajo amenaza de sanción para quienes sean funcionarios.

Puntualmente, la iniciativa plantea la configuración de la causal de mal desempeño ante el supuesto de quien se rehúsa injustificadamente a prestar declaración. También promueve la inhabilitación para cargos públicos por el término de diez años de las personas que sean convocadas, pero no pertenezcan al Estado.

En virtud de sostener la actividad de la comisión -tarea muy difícil si no hay testigos-, su titular, el diputado Martín Hourest, se reunirá mañana con el juez federal Norberto Oyarbide. Según explicó a LPO, el objetivo del encuentro es averiguar cuáles son las vías de acceso posibles para que los legisladores interroguen al ex comisario Jorge “Fino” Palacios y al espía Ciro James.  Ambos testigos, son los únicos detenidos por la causa de las escuchas ilegales, y permanecen encerrados en el Penal de Marcos Paz.

Por su parte, ante la suspensión a último momento, de la reunión de mañana, el bloque del PRO denunció a los bloques opositores por  funcionales al gobierno nacional, protegiendo a los testigos  de la Policía Federal, al secretario interino del Juez Oyarbide, al propio Sergio Burstein, su hija y actual esposa".

En un comunicado, los diputados oficialistas señalaron que "Cerruti, sin ninguna competencia o facultad reglamentaria suspendió de manera unilateral la reunión aprobada por el pleno de la comisión, lo que demuestra que es más importante el show mediático que los testimonios".

El efecto del “golpe” del viernes

El documento que reveló que durante su gestión, Aníbal Ibarra habilitó a Ciro James a construir un locutorio en el Parque de la Ciudad (que se habría utilizado en rigor para instalar antenas de equipos de escuchas) provocó un antes y un después en la habitualidad de la comisión investigadora.

Es que luego de meses de tomar una postura defensiva, el oficialismo salió a “golpear” y logró impactar en el accionar de los demás legisladores.

Visiblemente nervioso se lo vio esta mañana al diputado ibarrista Eduardo Epszteyn; e incluso hubo cruces entre los propios integrantes de la oposición por el manejo de las citaciones. “Acá los diputados venimos a investigar, aunque algunos ya parecen noteros frente a las cámaras”, reclamó Cabandié, muy crítico del “show mediático” que generó la comisión.

El próximo viernes los legisladores volverán a reunirse. Será entonces el momento para analizar cuál será el rumbo que tomará la investigación que la Legislatura porteña decidió realizar cuando se confirmó el doble procesamiento del Jefe de Gobierno porteño en la causa de las escuchas ilegales.