Luego de meses de estar a la defensiva, el macrismo logró hoy un interesante golpe de efecto al dar a conocer un documento que reveló que durante su gestión, Aníbal Ibarra habilitó a Ciro James a construir un locutorio en el Parque de la Ciudad, que se habría utilizado en rigor para instalar antenas de equipos de escuchas.

Además de mostrar una copia del contrato firmado en septiembre del 2002 entre James y el gobierno porteño, los legisladores del PRO encabezados por Cristian Ritondo, señalaron que el permiso que obtuvo James para montar el locutorio en el predio del Parque de la Ciudad fue otorgado de una manera “excepcional”, sin requerirle antecedentes comerciales ni esperar la licencia que debe emitir la Secretaría de Telecomunicaciones de la Nación.

Las condiciones en las que se encontraba en ese momento el predio (abría solo dos veces por semana) delatan que un negocio de ese tipo, en un sitio donde además había teléfonos públicos, no era rentable en lo mas mínimo. De acuerdo a los mismos registros de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), James no tenía las habilitaciones pertinentes. Y esa actividad comercial, nunca constó en el curriculum que presentó cuando se disponía a ingresar al Gobierno de la Ciudad, ya durante la gestión de Mauricio Macri.

"Llama la atención que la adjudicación del locutorio a Ciro James, se lo hayan dado sin licitación previa a solo pedido del beneficiario, que no tenía experiencia comercial ni empresariales en el tema, y menos la licencia correspondiente par explotar servicios de comunicaciones tal cual lo establece el artículo decreto 764/2000 del Reglamento del Régimen de Regulación de la Telecomunicaciones", puntualizó el legislador Martín Ocampo.

El PRO venía trabajando esta denuncia explosiva en el máximo de los secretos, incluso se decidió blindar a Ritondo y los otros integrantes de la Comisión Investigadora. "Les avisamos que estábamos trabajando en este sentido, pero nada más, no tenían ni un dato porque no queríamos que les pinchen el teléfono o los siga la SIDE y nos traben la investigación", afirmaron a LPO fuentes del macrismo.

“Ingresó al Parque para hacer inteligencia”, dijo sin vueltas Cristian Ritondo y apuntó que, ese sitio era propicio para interferir las antenas de la Policía Federal y la Side. “Se les está cayendo la careta”, sentenció antes de que Martín Borrelli asegurara que “si se hizo a conciencia el proceso para efectuar el permiso, no podían desconocer que James, en ese entonces, ya era hasta buzo táctico”. Con estos antecedentes, para el oficialismo no hay dudas, el nexo entre James e Ibarra “debe convertirse en la primera línea de investigación”.

En la conferencia, Ritondo confirmó además que en ese predio están "emplazados los aparatos de escuchas de la Policía Federal y de la Side", entre otras fuerzas de seguridad e inteligencia.

Ibarra y la conexión River

La revelación fue un baldazo de agua fría para la oposición que ayer sufrió otro golpe, cuando el PRO reveló, tal como publicó LPO, que el denunciante original de la causa de espionaje Sergio Burstein, se reunió por fuera del trámite normal de la comisión investigadora con Ibarra y otros legisladores opositores como Gabriela Cerrutti.

De hecho, luego de la conferencia de prensa del PRO, el propio Ibarra intentó convocar a toda la oposición para responderle al macrismo pero tanto desde la Coalición Cívica, como de Proyecto Sur y el peronismo lo dejaron hablando en soledad.

Se lo vio muy desmejorado con la única compañía de su compañero de bloque Eduardo Epszteyn. En el diálogo con la prensa afirmó que la denuncia "es una operación de Toma y Macri" y se preguntó "¿Qué interés podemos tener en hacer una escucha al cuñado de Macri?".

Sin embargo, Ritondo reveló además en diálogo con La Política Online que Ciro James formó parte de River. “No estuvo en Boca como decía Roberto Digón, sino en River durante la gestión de Julio Aguiler, un aliado de Ibarra. Allí también estaban Daniel Bravo el que hizo la operación contra Enrique Olivera y Jorge Rapoport, casualmente el colaborador de Ibarra que “descubrió” a Ciro James en Educación”.

Y mencionaron que en la cadena de funcionarios que habilitó a Ciro James, seguía a Ibarra, su mano derecha Epszteyn, por entonces ministro de Espacio Público y quien firmó el contrato permisionario, el entonces director General del Espacio Público, Jorge Enrique Giberti.

“Giberti es el mismo que concesionó el mobiliario urbano, por el que competía Carlos Avila, que como se comprobó en la causa sufrió escuchas por esos años”, agregó sugerente a LPO, Cristian Ritondo.

La sombra de Cromañon

La denuncia además reflotó viejas acusaciones de espionaje que involucran al gobierno de Ibarra, cuando en pleno juicio de Cromañon se denunció ante la justicia que se estaban pinchando teléfonos de legisladores. El denunciante fue el ex legislador Miguel Talento. Y extrañamente el juez federal Ariel Lijo, a cargo de la causa no logró ningún avance en la causa, con un ritmo muy distinto al de su colega Norberto Oyarbide, que investiga al macrismo.

Es más, el PRO también reveló que luego de la tragedia de Cromañón, James obtuvo otro permiso para poner en funciones a Lyon SRL, una empresa de seguridad privada.

La denuncia de PRO, que en el apuro de escribir un comunicado, consignó que “Ibarra se vinculaba con Ciro Games” (juegos, en inglés) surge un día después de que Sergio Burstein, uno de los "escuchados" por el espionaje, anunciara que no concurriría a prestar declaración porque formará parte de la delegación argentina que acompañará a Cristina Kirchner a la Asamblea General de la ONU; representando a los familiares de las víctimas de la Amia.

Pero el macrismo fue más lejos y recordó que Burstein fue uno de los testigos que promovió Ibarra durante su enjuiciamiento. “Dijo que venía a ver a Epsztein y se metió a lo de Ibarra, lo tenemos registrado en mesa de entradas”, agregó Ritondo refiriendo al confuso episodio que se vivió en la Legislatura. Lo curioso es que Ibarra no integra la Comisión Investigadora como su colega de bloque, Epsztein.