“Me encantaría tener de cliente a Cristóbal López y estar en negociaciones de ese tamaño, pero no hay nada”, afirmó bromista, Mariano Cúneo Libarona a La Política Online.

Es que el abogado fue mencionado como el intermediario utilizado por Cristóbal López y otros empresarios cercanos al kirchnerismo, para ofrecerle a Lidia Papaleo la compra de sus eventuales derechos litigiosos sobre Papel Prensa, la compañía cuya propiedad comparten Clarín, La Nación y el Estado.

Sin embargo, Cúneo Libarona si reconoció a La Política Online que “defiendo los intereses comerciales de Lidia Papaleo”. Intereses que no se sabía que existían.

Por su parte, voceros de Cristóbal López también desmintieron que el empresario esté interesado en ingresar en la papelera. Igual esta desmentida habría que tomarla con pinzas, porque suelen negar con desparpajo interés en empresas, que luego terminan adquiriendo. Pasó con el barco Casino de Puerto Madero, con Paraná Metal, con la refinería de Petrobras, y tantas otras.

Lo cierto es que eventualmente si el gobierno tiene éxito en el plan que trazó para desplazar a Clarín y La Nación de Papel Prensa, en algún momento Lidia Papaleo debería cruzarse con las acciones que viene reclamando. Y no suena descabellado que el kirchnerismo ya esté maquinando la manera de lograr que al menos una porción de ese capital termine en manos amigas.

Pero no es una operación sencilla. Lidia Papaleo sostiene que la empresa le fue arrebatada a la familia Graiver bajo torturas durante la pasada dictadura militar. “Prefiero ver los ojos de los torturadores, que los de Magnetto (el CEO de Clarín) cuando me dijo que le entregue las acciones”, afirmó en uno de los tramos más dramáticos de su versión de estos hechos.

El problema es que fuentes vinculadas al conflicto sostienen que Papaleo hasta ahora nunca había reclamado esas acciones, pese a que tuvo la oportunidad en al menos tres juicios. Y algo más, sostienen que en rigor nunca fue la esposa legal de Graiver, ya que este nunca se habría divorciado de su primera mujer y con Lidia se casó en Nueva York, lo que volvería al enlace inexistente para la ley nacional.