Las presiones del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y del ministro del Interior, Florencio Randazzo, dieron algún resultado: dos senadoras oficialistas que tenían previsto votar contra el matrimonio gay aceptaron viajar a China y no estarán en la sesión del miércoles.

Las flamantes pasajeras son Mariana Riofrío, sanjuanina y cercana al Gobernador José Luis Gioja; y Ada Iturrez, del Frente Cívico de Santiago del Estero, ambas siempre disciplinadas a los mandatos del bloque FpV-PJ.

Sin ellas baja el número de votos necesarios para que el proyecto aprobado en el Senado se convierta en ley, ya que para eso se requiere el aval de la mitad más uno de los presentes.

Pero no serían las únicas butacas vacías entre quienes, se presume, se oponen al matrimonio gay: tampoco asistiría Carlos Menem, de estrecha relación con la Iglesia en la década en que fue presidente.

Así lo adelantaron los asesores del riojano que circulan por la Cámara alta, donde Menem asiste poco y nada. Sobre todo cuando hay que votar, instancia de la que se ausentó incluso en sesiones en las que había presenciado los debates.

La buena relación que Menem tuvo con la Iglesia cuando fue presidente se vislumbró en la reforma constitucional de 1994, en la aceptó incorporar el nacimiento desde la concepción, una forma de detener los proyectos para legalizar el aborto.

Pasaje a China

Riofrío e Iturriez aceptaron subirse al avión con destino a China pero no fueron sólo ellas quienes fueron invitadas. Como adelantó LPO, también fue tentada la correntina Josefina Meabe, del Partido Liberal, quien se negó para participar de la sesión. Va a votar en contra.

En Tucumán también se especulaba con el posible viaje de Sergio Mansilla, senador cercano al gobernador José Alperovich y leal a Néstor Kirchner. Tanto, que ante un pedido suyo renunció a la Comisión de Legislación General, donde fue tratado el proyecto. Un nuevo gesto de fidelidad sería dejar su banca vacía.

Tampoco mordió el anzuelo el jujeño Guillermo Jenefres, quien sorprendió al firmar el dictamen por el matrimonio gay “en disidencia total”, luego de haber repetido una y otra vez que votaría en contra.

Con ese artilugio le dio una firma al oficialismo, pero la decisión que vale, en definitiva, es la que tendrá en el recinto, donde avisó que irá a votar por la negativa.

Otro que se opone sin miramientos es el sanjuanino César Gioja, hermano del gobernador José Luis Gioja, quien comparte la condición de kirchnerista con la de padre de una monja.

Con ese registro familiar, César no claudicó e iría a votar en contra. Pero, en una actitud que quizá sus coterráneos no adviertan, le permitió a Riofrío subir al avión y complicar la votación para quienes se oponen al proyecto, que pasarían con lo justo la mitad más uno del recinto.

Por la positiva habría ya 30 senadores decididos, por lo que las ausencias pesarían y mucho, tal como sucedió en Diputados, donde fue aprobado con menos de la mitad de los integrantes de la Cámara.

Con Riofrío, Iturrez y tal vez Menem afuera, el Gobierno trabaja para que no vayan los misioneros Luis Viana y Élida Vigo, el formoseño José Mayans y la otra catamarqueña, Laura Corpacci. José Pampuro tampoco está a favor y con Julio Cobos reemplazando a al presidenta, debería presidir la sesión y votar.