La sorda pulseada de Néstor Kirchner con Hugo Moyano, hoy levantó temperatura. El camionero venía presionando duro y parejo para que la Presidenta anunciara una baja del mínimo no imponible de ganancias, ya que ese tributo se lleva una gruesa porción de los aumentos que los camioneros obtienen en las paritarias.

Sin mencionar, la rareza conceptual de que un gobierno que se dice peronista mantenga un tributo que considera “ganancia” al sueldos de los trabajadores. Herencia del gobierno de la Alianza, que con criterio fiscalista, los Kirchner se resisten a derogar.

Como sea, el líder de la UOM, Antonio Caló, había anticipado a La Política Online un mes atrás que “en julio” Cristina anunciaría la baja, probablemente después del mundial.

Pero los días pasaban y el anuncio se demoraba, así que Moyano convocó hoy a una cumbre sindical en la CGT con un temario inflamable: reclamar la inmediata baja del tributo y protestar por la detención del bancario Juan José Zanola, un espejo que suelen mostrarle desde la Quinta de Olivos al camionero, cada vez que se pone rebelde.

La presión surtió efecto y la Presidenta convocó de urgencia a Moyano a Olivos, luego de lo cual ordenó al ministro de Economía Amado Boudou, que anunciara un incremento en el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría del 20 % respecto de los valores en vigencia, que habían sido establecidos en agosto de 2008.

La modificación no será retroactiva al 1 de enero como pedía la CGT, sino al 1 de julio, con lo que aquellos empleados que hayan tenidos deducciones en el primer semestre no serán beneficiados con los reintegros. Con la adecuación, el mínimo no imponible pasa de 4.015 a 4.818 pesos mensuales en el caso de los trabajadores solteros y de 5.554 a 6.662,80 pesos mensuales para los casados con dos hijos. Muchos camioneros ganan por arriba de los 7.000 pesos.

Boudou se encargó además de aclarar que el costo fiscal de la medida asciende a unos 3.184 millones de pesos anuales, en un breve informe a la prensa en Casa de Gobierno.

El anunció estuvo muy lejos de colmar las expectativas de Moyano, quien se retiró de la Casa Rosada sin hacer declaraciones y con el rostro más que serio.

El diputado y abogado de la CGT Héctor Recalde fue quien con su diplomacia habitual blanqueó el descontento: "siempre uno espera más, pero la medida se condice con los recientes acuerdos paritarios", matizó.