Néstor Kirchner sufrió una derrota en la disputa que mantiene con la Iglesia por la sanción del matrimonio entre personas del mismo sexo, que el propio el patagónico ayudó a aprobar en Diputados y ahora la curia intenta detener en la Cámara alta.

Con nueve votos sobre quince, uno más de lo necesario, en la sesión de la Comisión de Legislación General obtuvo dictamen por mayoría un proyecto consensuado que implementa la Unión Civil de gays y lesbianas en vez del matrimonio.

Y entre los firmantes hubo tres oficialistas: la formoseña Adriana Bortolozzi, ya distanciada del bloque y el mendocino Adolfo Bermejo, en quien recayeron todas las presiones ayer, ya que los referentes de su bancada confiaron en que podía revertir su postura. El jujeño Guillermo Jenefres sí claudicó y terminó votando en disidencia total.

“En mi bloque han ejercido la libertad de conciencia”, se jactó al terminar la sesión el titular de esa bancada Miguel Pichetto, aun cuando había sentado posición al anunciar que su bloque optaría por avalar el matrimonio gay, una muestra del interés que ahora sí tiene el tema en la Casa Rosada, donde lo ven como un golpe a Jorge Bergoglio, uno de los principales detractores de los Kirchner.   

Pichetto no integra la Comisión pero arribó junto a sus pares Nicolás Fernández y al neuquino Marcelo Fuentes, mientras que ya lo aguardaba el entrerriano Pedro Guastavino y la jujeña Liliana Fellner, quien de todos modos debió esperar a que se habilite su ingreso a la Comisión para emitir su voto. El matrimonio gay también tuvo el aval del cordobés Luis Juez, del Frente Cívico. La ex Frente Grande María José Bongiorno sorprendió al final votando en contra.  

Fellner ocupará el lugar del tucumano Sergio Mansilla, quien estaba en contra y renunció por pedido de Néstor Kirchner. "No quería estar presente para no tener una posición contraria al bloque que pertenece", lo justificó Pichetto ante una consulta de LPO. Lo diferenció así del trío de oficialistas que optó por desobedecer.
 

Hasta ayer había esperanzas entre los K de convencer a Bermejo, quien no respondió a los llamados y finalmente apostó por la Unión Civil. "Es una decisión que respeto. La tomó en forma personal y lo hace según sus conviciciones personales", lo explicó Pichetto, quien, pese al reves, confió que en el recinto prevalecerá el apoyo al matrimonio gay. "Vamos a juntar la mayoría", desafió.

El dictamen mayoritario tuvo también la rúbrica de la puntana Liliana Negre de Alonso, Sonia Escudero (Peronistas federales) y del radical Marco Cimadevilla. José Roldán y José Cano, también de la UCR, arribaron tarde por demora en sus vuelos pero adelantaron su preferencia por la Unión Civil.

Según la explicación de Negre de Alonso, la iniciativa cubre de derechos a las parejas gay pero los priva de adoptar adpotar. “Modificamos la ley de previsión, la de obras sociales, el código civil, para que tengan herencia, pero no van a poder adoptar niños”, aclaró. ¿Y si una de las parejas adoptó por su cuenta y muere?, le consultaron. “Le puede pasar la patria potestad, también está contemplado”, aseguró.