Solo y rodeado de bancas vacías, a las 17.15 Agustín Rossi le pidió al presidente de la Cámara de Diputados, el también kirchnerista Eduardo Fellner, que levantara la sesión por falta de quórum. Habían pasado 45 minutos desde la hora de la convocatoria y el tablero electrónico, que marcaba 117 presentes, se apagó de inmediato.

“La sesión está levantada”, había alcanzado a decir un segundo antes Fellner, ante la sorpresa, resignación y bronca de los opositores presentes, quienes por primera vez fracasaban en el intento de iniciar una sesión sin el kirchnerismo, pese a que un punteo al azar les da más de 140 votos propios, una cifra más que holgada, ya que con sólo 129 puede iniciarse una sesión.

Por negligencia o no, varios del interbloque de centroizquierda pisaron el recinto segundos después de que Fellner. Otros, peronistas díscolos entre ellos, nunca pisaron el recinto.

El kirchnerismo logró boicotear la sesión tras no conseguir postergar una semana el tratamiento del decreto 298, que le permite hoy a la presidenta disponer de 4.382 millones de dólares de las reservas del Banco Central para cancelar deuda con los acreedores privados. Pretende que en esa sesión se trate a la vez un proyecto de ley del diputado aliado Martín Sabbattela para pagar deuda con reservas.

Rossi lo propuso en la reunión de labor parlamentaria de ayer por la noche y lo repitió esta mañana, pero no hubo acuerdo posible. El pacto final fue que en la sesión se pongan a consideración los dos temarios y todo se decida por mayoría.

La oposición quería derogar el DNU de oficio amparándose en la ley que controla el funcionamiento de esas disposiciones, que en uno de sus artículos permite que las Cámaras traten de oficio los decretos diez días después de su dictado, si para ese momento no cuentan con dictamen.

Este último trámite debe realizarlo la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, con rango constitucional, cuya integración fue objetada por la justicia, que pidió retrotraer su composición a ocho legisladores oficialistas y la misma cantidad de opositores. El fallo apelado luego por el vicegobernador Julio Cobos